CIVITAS
Representatividad, un problema alarmante
Acción tras acción del Congreso, los ciudadanos se desencantan y se sienten cada vez más huérfanos de la representatividad que en papel ostentan los diputados pero que en la práctica dista mucho la teoría de la realidad.
La brecha de representatividad con los diputados que se evidencia en las últimas encuestas, en donde el 83% de los ciudadanos no confían en el Congreso, presenta no solo una crisis de legitimidad de la clase política, sino también una crisis a la calidad de trabajo y decisiones que se toman en el Congreso.
La crisis de representatividad de los diputados se traslada a los partidos políticos y, consecuentemente, al sistema democrático del país. Si los ciudadanos no tienen confianza en las decisiones que son tomadas por el poder en donde recae la soberanía del pueblo, hay un problema alarmante a ser resuelto.
' Si no resolvemos el problema de la representatividad de los diputados, no habrá rendición de cuentas que alcance para construir una verdadera república.
José Echeverría
Contar con una buena clase política (jueces, diputados, alcaldes, etc) trae innumerables beneficios para una población. El Estado y su clase política debe ser un elemento que facilite el progreso y el desarrollo libre y en paz de los ciudadanos, y no un impedimento para ello.
En la actualidad, el sistema político guatemalteco carece de una normativa efectiva que permita a los partidos políticos tener una verdadera representatividad y legitimidad. Los sistemas electorales deben responder a las necesidades y cambios que tienen las sociedades conforme el paso del tiempo.
La falta de representatividad podemos analizarla a la luz de las últimas acciones alarmantes del Congreso.
La aprobación del presupuesto general 2021 a finales del año pasado generó la primera crisis política del Ejecutivo y de una gran mayoría del Congreso, quienes, en teoría, deberían gozar de legitimidad y representatividad a menos de 12 meses de haber tomado posesión. Sin embargo, como pudimos observar en tal situación, los intereses que representaron los diputados a la hora de aprobar el presupuesto distaban alarmantemente de los intereses de los ciudadanos.
La elección del secretario y subsecretario del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua) a inicios de este año también refleja de forma alarmante la falta de representatividad. Guatemala es un país en donde la comunidad de migrantes tiene un rol sumamente importante; sin embargo, a pesar de esto, muchas asociaciones de migrantes desconocían y estaban en contra de dicho nombramiento. De esta forma vemos cómo las decisiones que toman los actuales diputados no están representando a quienes deberían.
Estamos a semanas de la elección de la Corte de Constitucionalidad y la gran pregunta de la ciudadanía es a qué interés representará dicha decisión. Al interés ciudadano de tener cortes independientes que juzguen de forma objetiva e imparcial, al interés de mafias que buscan protegerse entre ellas mismas o a intereses espurios de utilizar la justicia como medio para lograr fines ilegítimos e ilegales.
La ciudadanía tendrá que jugar un rol preponderante en las siguientes semanas, pero no debemos olvidar que el gran problema y el origen de muchos de los males sigue sin resolverse. Si no resolvemos el problema de la representatividad de los diputados, no habrá rendición de cuentas que alcance para construir una verdadera república.