CABLE A TIERRA
Sobre Sputnik y variantes de covid-19 en el país
Señor canciller, le recomiendo que se asesore con expertos en el tema de vacunas, con virólogos e infectólogos reconocidos en el país, y con la Oficina Panamericana de la Salud, antes de plantear qué tipo de renegociación con el contrato con Sputnik. Hay más de 120 mil personas ya vacunadas con esta vacuna que van a necesitar su segunda dosis. El planteamiento de dejarlos solo con una dosis es simplemente inaceptable, dado que eso perjudica su nivel de protección individual frente al virus, en un contexto como el actual, donde ya hay en el medio variantes del virus mucho más agresivas en su contagio. El Ministerio de Salud todavía no informa de esto a la población, aun y cuando le ha delegado a la ciudadanía la responsabilidad de cuidarse a sí misma. Siendo gobierno, se resiste a adoptar las medidas necesarias, a pesar de ver el estado de situación con la epidemia, por no haber hecho nunca lo suficiente para controlarla. El mínimo es que la gente esté informada de lo que ya es una realidad y se patentiza a diario en el número de casos y de muertes por covid-19.
' MSPAS debe informar de las variantes de covid que ya circulan en el país y el riesgo que esto significa.
Karin Slowing
Si hay renegociación, mínimamente hay que asegurar que se obtengan las segundas dosis de Sputnik para completar las inmunizaciones de las personas ya vacunadas. Y, si como anunciaron luego de su viaje, viene una donación de 400 mil dosis, hay que aclarar si vienen 200 mil de primera y 200 mil de segunda o todas son primeras dosis. Si es lo último, pues toca hacer lo mismo: garantizar las segundas dosis para esas otras 400 mil personas y que vengan a tiempo.
Puede ser que la recomendación de los expertos científicos sea, más bien, implantar un esquema combinado con otra vacuna, para subir el nivel de inmunización de quienes ya recibieron la primera dosis de Sputnik. Eso también debe saberse antes de renegociar el contrato, además de establecer con claridad si hay posibilidad de obtener suficiente vacuna de otras marcas a tiempo para aplicar esas segundas dosis. Y no, no me refiero solo a las donaciones del gobierno mexicano y del norteamericano, sino a vacuna que es harta obligación que compre el gobierno, porque ya tienen el dinero -malgastado- de nuestros impuestos.
Desde el punto de vista de salud pública, la prioridad es alcanzar a la brevedad la cobertura poblacional mínima del 70% de vacunados con primera dosis. Sin embargo, dada la presencia de las variantes más contagiosas en el territorio, elevar el nivel de protección individual de cada vacunado también es un imperativo, pues esos contagios se pueden detener, pero teniendo también un alto nivel de protección individual alcanzada con la vacuna.
Por estas razones, ni siquiera debería considerarse la opción de dejar a la gente que ya tiene una dosis de Sputnik (73% de protección) solo con esa dosis, simplemente porque el gobierno de Guatemala negoció mal con los rusos o quién sabe qué hizo con el dinero. La mediocridad no debe ser tolerada en este ámbito. Todos tenemos derecho -ya pagado, además- de tener el más alto nivel de protección específica posible al vacunarnos. En el caso de Sputnik, con dos dosis, se llega al 91%.
Señor canciller, este no es un tema de “negocios” simplemente; acá hay un tremendo componente de bienestar humano y de posibilidad de detener la epidemia en el país que debe finalmente anteponerse y orientar la toma de decisiones sobre qué hacer con ese contrato. Esa renegociación debe tener un equipo de expertos en el tema y el soporte total del Minfin. Hay que tener, además, el plan B listo con otras empresas, y la disponibilidad financiera para hacerle frente, en lo que los rusos devuelven nuestro dinero, en caso se desobliga el contrato.