PLUMA INVITADA

Sostenibilidad empresarial, de las palabras a la acción

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Sin duda alguna, vivimos en un mundo que evoluciona constantemente. Sin embargo, durante los últimos doce meses, esta evolución ha sufrido una suerte de fast forward a causa de la pandemia.

' Los ODS pueden ser el “plan maestro” para lograr un mundo sostenible desde el punto de vista empresarial.

Juan Carlos Súchite

El mundo empresarial no fue ajeno a este fenómeno. Sin importar su tamaño, las empresas tuvieron que ingeniárselas para adaptarse y sobrevivir en medio de una total incertidumbre.

Me viene a la mente la frase de Ernest Hemingway, quien decía que “el mundo rompe a todos, y después, algunos son fuertes en los lugares rotos”. No podría estar más de acuerdo. Ha sido durante esta crisis que las empresas han tenido que replantear su forma de hacer negocios, priorizando su “propósito trascendente” sobre la mera generación de utilidades.

Hoy, más que nunca, cobran relevancia la ética, los valores, la cultura y el liderazgo genuino dentro de las organizaciones. Recuerdo una plática reciente con un amigo de la infancia, en la que, por largo tiempo, estuvimos recordando los acontecimientos del año pasado. Coincidimos en que lo sucedido, y lo que está por suceder, nos ha dado la oportunidad de valorar como nunca lo que realmente es importante en la vida.

Nos dimos cuenta de que somos muy afortunados los que, a pesar de las circunstancias, contamos con un empleo, y nos sentimos parte de un propósito mayor, de “un nuevo despertar”. Afortunados somos los que podemos aportar nuestros conocimientos en alguna de las muchas empresas guatemaltecas que priorizan —ante cualquier otra cosa— los principios más elementales: el respeto a los derechos humanos, el cuidado del medio ambiente, los estándares laborales y las políticas anticorrupción.

Los principios mencionados anteriormente son los cuatro grandes pilares del Pacto Global de las Naciones Unidas —la iniciativa de sostenibilidad más grande del mundo— a través del cual se hace un llamado al sector empresarial, al Gobierno y la sociedad en general para que asuman una responsabilidad compartida para alcanzar un mejor futuro para todos.

Las empresas y organizaciones guatemaltecas que se han sumado a este “gran movimiento mundial” se han dado a la tarea de incorporar estos principios a sus estrategias, políticas y procedimientos, estableciendo así una cultura de integridad, liderada —en muchos de los casos— por las más altas autoridades dentro de estas organizaciones.

Pero ¿cómo pueden las empresas pasar de la teoría a la acción y ser parte de este movimiento de integridad y responsabilidad a nivel mundial?

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) pueden ser el “plan maestro” para lograr un mundo sostenible desde el punto de vista empresarial. Las empresas —especialmente las pymes— no necesitan hacer grandes inversiones o cambiar radicalmente lo que hacen, basta con tomar acciones simples, como, por ejemplo, seleccionar proveedores que respeten los derechos humanos, implementar medidas que incidan en la salud y el bienestar de los empleados, crear productos y/o servicios basados en materiales reutilizados y reciclados y, sobre todo, fomentar la transparencia.

Finalizo este espacio haciendo un llamado a más empresas guatemaltecas para que apliquen su creatividad e innovación para resolver los retos del desarrollo sostenible. Como lo dijo Ban Ki-moon, secretario general de las NU 2007-2016, “el empresariado es un socio vital para la consecución de los ODS. Las empresas pueden contribuir a través de la actividad principal de su negocio, por lo que pedimos a las empresas de todo el mundo que evalúen su impacto, establezcan metas ambiciosas y comuniquen de forma transparente sus resultados”. Más información: www.pactoglobal.com.gt

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