PLUMA INVITADA

Teletrabajo en 2022: sin pasado no hay presente ni futuro

Jorge Linares Soler

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En 2021 hemos vivido el avance de un proceso potenciado a partir de las medidas de aislamiento: la incorporación del teletrabajo. Esto sucedió más allá del comienzo de las aperturas a partir de la vacunación masiva y del conservadurismo de muchas industrias que aún no se animan a transformarse digitalmente.

' Cada momento histórico donde operó la tecnología marcó un hito en la forma de organizarnos como sociedad.

Jorge Linares Soler

Es evidente que la tecnología aporta valor para muchísimas cosas. Si antes una compañía no pensaba en digitalizarse, ahora lo ha pensado, en primer lugar, por necesidad de supervivencia. Solo para dar un ejemplo, el avance de las fintech se da en un contexto en el cual el consumidor está cada vez menos dispuesto a hacer fila por un trámite y maneja cada vez más sus compras mediante una tarjeta o una aplicación. Y por el mismo motivo aún las empresas más chicas se vuelcan hoy al e-commerce para poder seguir adelante con sus ventas.

Sí, la posibilidad de resolver cuestiones varias a distancia fue potenciada por la pandemia. Y si bien estamos en un nuevo escenario, que viene signado por las aperturas de actividades, hubo cambios definitivos y no reconocer este avance es obturar nuestros sentidos. En estas modificaciones está comprendida la modalidad de teletrabajo.

Según un reporte de Microsoft, en nuestro país, el 60 por ciento de las empresas PyME que en pandemia empezaron a aplicar el teletrabajo no piensan abandonar esta modalidad. Por una parte, porque realmente las empresas están cada día más abocadas al tema de resolver costos. Allí la tecnología cobra especial relevancia para que este modelo de trabajo pueda emerger y perdurar. En este sentido, existen soluciones digitales y accesibles que permiten mantener el servicio y la productividad en cualquier dispositivo aunque se produzca una disrupción que obligue al trabajo en remoto, inclusive aprovisionando los escritorios virtuales de aplicaciones y datos en el momento y de forma segura.

Por el lado social, hay empresas que dieron el puntapié años atrás con el “beneficio” de trabajar desde casa, luego la pandemia trasladó esta forma a una necesidad y actualmente se ha transformado en deseo de una parte significativa de la población. Los empleados han empezado a demandarla, a tal punto que muchas personas empezaron a privilegiar ofertas laborales que les permiten vivir fuera de las ciudades y trabajar desde sus casas u otros lugares. Este es otro rasgo que, según se prevé, ha venido para quedarse. Por ejemplo, en la zona metropolitana del Valle de México que es la más congestionada de todo el país, según datos del Centro de Investigaciones en Política Pública (IMCO) un trabajador invierte hasta 480 horas al año en traslados en transporte público, lo cual en una jornada de lunes a viernes equivale a un promedio de dos horas al día que el teletrabajo ahorraría en términos de tiempo invertido en viajar.

Cada momento histórico donde operó la tecnología marcó un hito en la forma de organizarnos como sociedad. Tenemos frente a nosotros la posibilidad de asumir nuevos retos y desafíos. Aún hoy existen organizaciones con el mindset del pasado obstaculizando el progreso. Aquellas que trabajan como si tuvieran silos, en áreas que se desempeñan por separado. O quienes acumulan documentos valiosos en un cajón o que desperdician parte de una producción por no contar con información de cuál es la demanda que se espera del consumidor. Algunas persisten pero muchas se han quedado en el camino.

Sin embargo, hay quienes han podido sacar provecho del aprendizaje que hemos tenido a lo largo de estos últimos dos años. Aún las entidades más tradicionales educativas, las empresas agropecuarias y los bancos más antiguos, por mencionar algunos ejemplos. La nube se convirtió en su proveedor estratégico. Las empresas se están volviendo cada vez más data oriented, alimentándose de información rica que les permite tomar decisiones, brindada en gran medida por los propios clientes –como para mencionar un parámetro cercano, está calculado que cada minuto se generan unas 350.000 stories en Instagram-. Hay industrias que están buscando escenarios más innovadores.

En este proceso de cambio vienen teniendo peso las startups, desplegadas al cambio. Lo hacen más rápido y reciben cada vez más inversiones. Para dar un ejemplo, un importante conglomerado japonés recientemente lanzó un fondo de US$3.000 millones para invertir en startups latinoamericanas.

En ellas sus prioridades están basadas en el usuario final, en montar equipos de recursos humanos multidisciplinares, bajo metodologías ágiles. La opción de teletrabajo y uso de la nube la tienen más madura.

Sin duda, la pandemia que está atravesando la humanidad tuvo un significativo impacto en las formas de organización social y nos llevó a una nueva normalidad donde la tecnología es el pilar más importante. Sabemos que no fue fácil en muchos casos, pero a la vez que obtuvimos un aprendizaje para hoy y el futuro. Es posible potenciar la evolución del mundo y sacar provecho de los beneficios de la innovación. Queda en nosotros avanzar hacia allí.

 

*Red Forbes

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