SI ME PERMITE

Trabajemos por dignidad, no solo por necesidad

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“Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti”, San Agustín.

Para cada uno de nosotros que tenemos responsabilidades por las cuales tenemos que responder, normalmente cuando se nos presenta a un nuevo amigo, uno de las preguntas que seguramente habrá de surgir es de si trabajamos y dónde. Sin lugar a duda, esta información es la que, de alguna manera, completa nuestro perfil y la relación que se está formando, mucho dependerá de las respuestas que nosotros hemos presentado.

' Uno se prepara para el trabajo, para luego ocupar toda la vida en actualizarse apropiadamente.

Samuel Berberián

Evidentemente el trabajo que tenemos no es simplemente una ocupación sino un perfil que habrá de acompañarnos, porque además de manifestar una capacidad, nuestro trabajo despierta interés y en algunos casos se desarrollan pláticas que uno, en un inicio, nunca pensó que a los demás tanto le interesaría lo que hacemos. Pero además, dependiendo como se presentó nuestro trabajo, en un momento menos pensado alguien nos habrá de referir para otro trabajo.

Lo importante es entender que el trabajo que desempeñamos no es algo simplemente que se repite a diario sino que el algo que se mide por ser progresivo y por lo mismo lleva alguna calificación, cuando se indica cuanto tiempo hemos estado en ese trabajo y si en el tiempo que estamos hemos tenido asensos y reconocimientos también.

Lo que muchas veces nos olvidamos pero debemos de tener muy presente es el hecho que en los trabajos se presentan oportunidades, las cuales, si se las sabe usar correctamente, pueden ser de incalculable provecho, pero también, si se dejan pasar, muchas veces el simple hecho de recordar la oportunidad que tuvimos puede crear desánimo y frustración.

Lo más sano para los que tenemos un trabajo, al que valoramos, es saber cultivar una perspectiva a largo plazo para poder avanzar productivamente. Es muy similar al hecho de estar conduciendo un vehículo, uno cuanto más claridad tiene y mejor visibilidad, más cómodo y menos cansado se vuelve el viaje, pero si por el contrario hay lluvia o neblina, no solo uno avanza lentamente sino que la fatiga es mayor.

Debemos entender el principio que lo del trabajo es un concepto formativo y cuando este se tiene desde la niñez es mucho más sano. Por ello, aquellos que han sido enseñados desde muy temprano en la vida a ser orientados para hacer un trabajo y se les ha enseñado el como hacer algo que antes no lo habían hecho, cuando los años han pasado, esa etapa que fue formativa habrá de dar su resultado cada vez que hay que cambiar o iniciar un trabajo porque no solo se tiene la flexibilidad necesaria sino que uno se deja orientar y guiar para que lo que habrá de hacer se haga bien.

Ustedes y yo conocemos a muchos que a la edad avanzada se mantienen ocupados y productivos porque tienen la disponibilidad para hacerlo. Pero si la mentalidad es de cuantos años me restan para trabajar todavía y poder retirarme, de alguna manera se están auto eliminando del trabajo en el que están. Esto simplemente porque están mirando la puerta de la salida y no tanto lo que puedan aportar, de la misma experiencia que han capitalizado a través de los años.

En la sociedad en la que vivimos debemos estar claros que cuando nosotros somos personas creativas y propositivas en nuestro trabajo, siempre habrá alguien que nos aprecie por lo que hacemos.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.