REGISTRO AKÁSICO

TSE exhibe doctorados en artes mafiosas

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La ilustración muestra una caja de corn flakes, con el letrero: busca adentro, un título de doctor. Denuncia jocosa, sobre la impostura de hacerse pasar como graduado, para obtener un mejor puesto en la lista de verificación, para ser nombrado magistrado del Tribunal Supremo Electoral. El Rector de la universidad estafada, protestó, aclaró y condenó. Pero el daño está hecho, el escarnio contra la institución no se borra fácilmente.

' El dolo y la trampa en la educación superior se extienden por todo el sistema sin encontrar coto.

Antonio Mosquera Aguilar

Tres magistrados en funciones, cuya honorabilidad debiera garantizar el resultado electoral y las garantías de actividad política institucional, son unos vulgares tramposos. Pero, ¡que FECI, ni que kamala envuelta! Nada se ha hecho por expulsarlos del cargo. Al fin, servirán para acomodar los resultados electorales, satisfactorios para los deseos de una potencia entrometida en el país, como sucedió, en la última elección.

La práctica docente en las universidades se ha complicado. La fácil copia de documentos electrónicos que se presentan como propios, es una peste. Algunos profesionales del derecho se llevan las palmas. No solo copian varios párrafos enteros de un documento por ejemplo del ICEFI, para presentarlos de su autoría, sino levantan inconformidades que no se rechazan por parte de los administrativos. El consejo del responsable es: hágale caso, mejore la calificación y nos olvidamos del asunto. ¿Para qué armar un problema?, es el lema de muchos encargados de programas docentes universitarios públicos y privados.

Se recomendó a un Rector de prestigiada universidad, observar el GES. Se trata de Galileo Educational System, una bitácora electrónica donde obra el programa del curso, las tareas son colocadas en buzones donde consta hora de entrega del documento y revisión por el docente. Además, no admite retrasos fuera del día y horario señalado. La calificación queda inscrita, junto a comentarios, si es necesario. De nada sirvió. El Rector de marras, dejó que siguieran métodos de evaluación de la década de 1950 y puso en funcionamiento una plataforma parecida a Google Classroom. No entendió que los profesores están sometidos a nuevas coacciones para obtener calificaciones sin merecimiento.

Al convertirse la población femenina en mayoritaria en las universidades; en general, mejoró el rendimiento y dedicación. Pero también los problemas con malas estudiantes. Es corriente que algunas alumnas atribuyan al profesor acoso sexual a cambio de calificaciones. La directora de un master, se pone sus moños para ordenar se mejore la calificación ante calumnias, sin atender la explicación que no se ha entregado ninguna tarea.

Por ello, la Universidad Galileo lleva ganada mucha ventaja con el funcionamiento del GES. No hay posibilidad de engaño. Todo se registra. Para quienes consideren que aún a pesar de esa circunstancia, es posible que algunos estudiantes no arguyan en contra, está totalmente equivocado. Algunos señalan que el sistema no funcionó, la memoria general de la universidad sufrió un borrado, etc. Menos, que omitió la entrega del documento. Lo mismo ocurre con las acusaciones de insinuaciones incorrectas por parte del maestro. Aún ahora, ¡por medios virtuales!

Es la burla de la academia. No es copia en pequeños papelitos sino adulteración de tareas, actas y títulos. Mientras tanto: los profesores librados a su suerte.

Un grupo de magistrados del TSE falsificó actas y adujo poseer títulos. Allí están pavoneándose, inventan faltas electorales y amenazan a ciudadanos. ¿Son perseguidos por las furias de lo políticamente correcto? No. La capacidad de hacerse baboso es inconmensurable.

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.