CON NOMBRE PROPIO

Un referente universitario

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La crisis universitaria está a la orden del día. Dos alumnas de la facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos intoxicadas fueron trasladadas a un hospital, luego de haber sido obligadas a tomar dentro de la Ciudad Universitaria, saber qué cosas, por encapuchados que afirmaron ser del Comité de Huelga, y por si esto fuera poco, las explicaciones cada vez más inverosímiles de las autoridades universitarias nos dejan perplejos. Mientras tanto, buena parte de miembros de la Comisión de Postulación de la Corte Suprema, integrada por decanos de Derecho, magistrados de Apelaciones y el Colegio de Abogados hacen todo el esfuerzo para que los próximos togados no pasen un tamiz alto de calificaciones, sino que más bien sea bajo, para colocar a los amigos. El Consejo de Enseñanza Privada Superior es un auténtico cero a la izquierda en cuanto a cumplir con su mandato constitucional de velar por el nivel académico de las universidades privadas y por eso las universidades de garaje son y seguirán siendo un negociazo. Por su parte, el Consejo Superior Universitario de la Usac es un hervidero de pasiones sin objetivos, sin control, y donde la verdadera lucha es por chances, dietas y puestos.

' Ojalá los universitarios del 2020 adopten a José Barnoya como uno de sus referentes, sobre todo aquellos que se autodenominan huelgueros.

Alejandro Balsells Conde

Por si lo anterior fuera poco, la Asamblea de Presidentes de los Colegios Profesionales es un ente opaco y sin aportes a las duras realidades del país. La foto no puede ser más deprimente; sin embargo, debemos pensar que es la educación la mejor forma en que podamos movernos para adelante y es la educación universitaria la que debe jugar un papel que evade.

Buscar referentes universitarios es básico si queremos construir una realidad distinta, y estos referentes son quienes nos deben inspirar a servir y a rechazar la apremiante mercantilización de los servicios profesionales que tanto daño ha provocado, pero también a dejar a un lado la vulgarización del quehacer universitario, porque el compromiso no se improvisa.

Carlos Martínez Durán, sin duda uno de los rectores de la Universidad de San Carlos más importantes del siglo 20, nos legó un bello testimonio que tituló Tiempo y Substancia del Estudiante Eterno. Acá el gran médico nos decía: “Nunca creí que obtener un título universitario era un triunfo que envanecía y limitaba la vida a una sola actividad”, y por eso el autor se define también como maestro, amante de las letras, pero sobre todo estudiante eterno.

Un universitario debe ser estudiante eterno, por eso no puede pasar desapercibido que el jueves 23 de enero José Barnoya García, a sus 89 años, nos entregó De Gorilas y de Chinches, una edición que pretende reunir una muestra de las más de mil páginas que el autor ha labrado, y esto es importante porque Barnoya no solo fue alumno jodón (de ahí que haya heredado por esfuerzo propio el mote de chinche de su tío y su papá), sino también a lo largo de su trayectoria médica buscó la excelencia, siendo parte del primer equipo de cirujanos que posibilitó el trasplante renal en el país, por decir uno de sus logros, sin dejar de ser cronista, cuentero, poeta e incansable lector.

Bien lo dijo don Carlos Martínez Durán: “Quisiera que todos los estudiantes de medicina fuéramos fieles a Claudio Bernard, el maestro modelo, y con él pudiéramos persuadirnos que no está lejano el día en el cual el fisiólogo, el poeta y el filósofo hablen la misma lengua y se comprendan todos”.

Antes que estudiante y médico, José Barnoya es huelguero. Esto nos enseña que la crítica al poder puede hacerse con ironía, mofa, rima y dardos, pero, eso así, con mensaje serio, compromiso por la excelencia y búsqueda por la paz.

ESCRITO POR:

Alejandro Balsells Conde

Abogado y notario, egresado de la Universidad Rafael Landívar y catedrático de Derecho Constitucional en dicha casa de estudios. Ha sido consultor de entidades nacionales e internacionales, y ejerce el derecho.