ESCENARIO DE VIDA
Xincas, chortís y chivitos paliando el cambio climático
Mis amigos lectores. Estas últimas semanas para mí han estado repletas de actividad, pues he tenido la oportunidad de recorrer varios departamentos y municipios en el interior de la República. Todo ha sucedido en cuestión de semanas durante mi gira filmando proyectos en Jutiapa, Chiquimula, Zacapa, Monterrico y Quetzaltenango. Hoy comparto con ustedes lo que he vivido, aprendido y valorado.
En mi gira, gracias a Luis Elías, de la Organización Comundich, y a la Mesa de Tierras Comunales, pude entrar en contacto con las comunidades de las regiones más vulnerables al cambio climático de Guatemala, como el Corredor Seco, Jocotán y Camotán.
Muchos de nosotros nos hemos muchas veces preguntado de qué forma contribuyen los pueblos indígenas al medioambiente en el interior del país. Pocos saben que donde hay territorio indígena hay biodiversidad, pues están acostumbrados a cuidar su entorno ecológico al venerar a la Madre Naturaleza.
Lo que más les preocupa a los maya ch’ortí y al pueblo xinca costero marino es el líquido vital, que es el agua, especialmente en las regiones más vulnerables como el Corredor Seco, Jocotán y Camotán. Es por ello que las comunidades que visité están creando reservorios cerca de los nacimientos de agua.
En la Costa Sur, las comunidades también saben que con la desaparición de los manglares también se limita la pesca y con ello viene más pobreza. Con menos bosque, menos agua. Con menos manglares, menos peces, menos protección ante huracanes. Sin agua, hay inseguridad alimentaria y más pobreza pues se disminuye el rendimiento de sus cosechas.
Como punto curioso, deseo resaltar la siguiente anécdota. Salimos muy de madrugada a filmar en una de estas comunidades de oriente, y al llegar buscamos una tienda para comprar agua embotellada. No encontramos agua, pero sí cerveza y aguas gaseosas. Fuimos a dos tienditas más y tampoco encontramos agua embotellada. Minutos más tarde, los directivos de los proyectos nos explicaron que el agua que ellos bebían venía de sus reservorios y nacimientos de agua, por lo que era potable y, por ende, no necesitaban agua embotellada para beber. Falta que se expandan estas iniciativas a todo el resto del Corredor Seco y el resto del país, porque la situación es grave.
' Con menos bosque, menos agua, y con menos manglares, menos protección ante huracanes.
Vida Amor de Paz
En tierra de los chivitos, Quetzaltenango, logré conocer emprendimientos de jóvenes que muestran audacia, liderazgo y ganas de aportar. “Explorando el Valle” es la organización de 16 chicos y chicas menores de 30 años, entre ellos Fabiola Quijivix, que me llevó a su taller donde están fabricando jabones, champús, cremas de colágeno, ácido hialurónico y tés procesados de plantas medicinales. También cuentan con viveros, especies nativas de flora y fauna y restauración del paisaje. En medio de la bruma también me llevaron al mirador del volcán Santiaguito, y vi el éxito del turismo comunitario, aunado a proyectos promovidos por Bosque Modelo Los Altos, cuyo líder es Heraldo Escobar.
Heraldo ha sido también uno de los organizadores del Congreso Internacional de Cambio Climático. Agua y Seguridad Alimentaria celebrado en Xela del 26 al 28 de octubre, reuniendo a más de 200 y un selecto grupo de expertos nacionales e internacionales. Allí tuve el honor de hablar sobre el tema de cambio climático, resiliencia y seguridad alimentaria, haciendo hincapié tanto en conocimientos científicos como ancestrales de los pueblos Maya Ch’ortí y Xinca de los que fui testigo.
Uno de los proyectos que resaltó fue el de RestaurACCIÓN del Bosque Modelo los Altos con el apoyo de Canadá, implementado por PNUD-MARN y el Proyecto Altiplano Resiliente que ejecuta UICN. Felicitaciones a todos ellos.