LA ERA DEL FAUNO

De Cunén a Xenacoj

Juan Carlos Lemus @juanlemus9

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La fotografía usada por Otto Pérez Leal para hacer campaña política, no solo es plagio, sino acto de humillación y explotación de personas para beneficio personal y de su partido político. Si le parece una exageración, piense cómo reaccionaría usted si un día ve en la página de FB del alcalde de Mixco una foto en la que aparece usted con sus primas y algunas amigas, en un centro comercial, digamos, en Cayalá, que se tomaron un buen día y lucen sonrientes. A la par, hay un mensaje de Pérez Leal: “Agradezco el apoyo y cariño que me demuestran estas vecinas”.

La imagen plagiada por el alcalde de Mixco, que busca reelección, fue tomada por Andrew Zimmern, conductor del programa Comidas bizarras, a unas mujeres de Santo Domingo Xenacoj a quienes el chef solicitó como gesto de apoyo a la organización ONE, cofundada por Bono, que actúa contra la pobreza extrema en África.

En la foto aparecen seis mujeres sonrientes, una de ellas carga un bebé. Pérez Leal usó abusivamente la imagen y la calzó así: “Quiero agradecer el apoyo y cariño que me demuestran los vecinos cuando visito su casa”. Desgraciadamente, actos como ese quedan impunes, duermen en el jocoso circo de la parodia en redes sociales. Mas no es solo el plagio de una fotografía, como se resaltó, atenuado por una disculpa del alcalde, es un abuso en contra de las personas retratadas que pudo ocasionarles burlas —puede que desprecio— por parte de quienes las conocen y las vieron posando “para el PP”. O suponiendo que participan en algún partido o comité cívico —por qué no, pues tienen derecho— serían cuestionadas por haber mostrado “su apoyo” a ese partido.

En otro sentido, al haber accedido a ser retratadas con buena intención —la de Zimmern—, se habrán sentido engañadas en caso no les fue aclarado lo del plagio.

Acciones propagandísticas tan viles tienen antecedentes todavía peores en el mismo partido. Hay una foto de varios niños lustradores en el parque de Cunén, Quiché, vestidos con overoles color naranja. En la espalda tienen escrito: “Al servicio de la población. Tu Muni. Soy patriota” (puede buscarla como Cunén PP niños lustradores). Cuales presos, fueron uniformados para promover al partido. Ante esa grosera acción nada hicieron el TSE ni el MP. Como respuesta, el alcalde de Cunén, Leonardo Sarat, dijo —con espectacular cinismo— que los niños se presentaron a su despacho y se sorprendió porque “ya venían organizados con su presidente, secretario, tesorero y vocales” a pedirle overoles. Entonces, vino él, de buena fe, les dijo que consiguieran un sastre y ellos —los niños— eligieron el color y pidieron que fuera escrito eso en sus espaldas. Que nuestra risa se convierta en repudio y queja.

Esos vejámenes tienen su tonelada de racismo. Se quedan solo en el anecdotario porque se trata de ciudadanos sin iguales derechos a los capitalinos. No son niños de colegio, sino lustradores. Si lo fueran, los abusadores estarían demandados. Son mujeres de Santo Domingo Xenacoj, no muchachas de la capital. ¿Quién juzga tales abusos? Nadie.

@juanlemus9

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