URBANISMO Y SOCIEDAD
El muro de los lamentos
La conurbación urbana de la Ciudad de Guatemala se ve ahora envuelta en las políticas fascistas del presidente Trump, quien ha autorizado la construcción de un muro en la frontera con México que costará entre 14 y 16 millones de dólares, para excluir las relaciones con los emigrantes. El fascismo o nacional-socialismo tiene un componente nacionalista y populista, tal como lo que plantea Trump en los siguientes principios: “El pueblo es el cuerpo del Estado, y el Estado es el espíritu del pueblo”. La doctrina fascista de Trump la expresa el día en que ganó las elecciones: “Este es el día en que el pueblo vuelve a gobernar la nación”, y lanza la frase de “America First”. Pero es la América de los blancos anglosajones que quedó de manifiesto en su gabinete. También firma un acuerdo de no permitir la entrada a los musulmanes y restringirá la entrada al país a los extranjeros que supongan una “carga” para las arcas del Estado, y deportará “lo más rápidamente posible” a aquellos que se hayan convertido en una “carga” y vivan de manera irregular en el país.
Como la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia o DACA (en inglés: Deferred Action for Childhood Arrivals) es una decisión migratoria del gobierno de Estados Unidos con el fin de beneficiar a ciertos migrantes no documentados, pues el presidente de EE. UU., Donald Trump, se prepara para suspender las medidas que protegen de la deportación a los jóvenes indocumentados, negar el ingreso a los extranjeros que son una “carga” para el Estado y revisar la inmigración legal que “perjudique” a los estadounidenses, según documentos filtrados a la Prensa, lo cual elevaría a 750,000 emigrantes guatemaltecos más, que podrían ser expulsados y que sumados a los 704,000 que no tienen documentos, sumaria la cantidad de 1.454,000. (P.L. EFE) Estos vendrían a engrosar esa población que deambula por las ciudades, “pues las leyes migratorias deben asegurarse de que Estados Unidos no da la bienvenida a individuos que tienen probabilidades de convertirse o se han convertido en una carga para los contribuyentes”, determina la orden ejecutiva. En concreto, la orden propone la revisión por el Departamento de Seguridad Nacional de diferentes tipos de visados de trabajo para establecer si deben conservarse o eliminarse. (P. L. A. P.)
Actualmente, ante esto no se ve ninguna reacción inteligente de nuestro gobierno, solo la famosa frase del ministro de Relaciones Exteriores de “pórtense bien’’. Cuando México y Estados Unidos se están enfrentando en una guerra mediática, que bien puede rebotarnos de diferentes maneras, con los impuestos que les quiere gravar Trump para pagar el muro, esto también nos afectará, por lo que no se sabe qué están esperando nuestros funcionarios, que no saben qué contestar cuando los han entrevistado y hablan incoherencias como las que expresan por televisión sobre el asunto del muro. Pero los primeros en sufrir las peores consecuencias pueden ser sus socios latinoamericanos, y dentro de estos los centroamericanos, que es lo que está haciendo Trump.
La obsesión es México, por un racismo básico más aún si es atezado de color, al tiempo que necesita mantener el fervor de sus seguidores liberándoles de la competencia laboral y vecindad molesta de la mexicanidad, tanto si cumple o no su promesa de expulsar a millones de inmigrantes.
Lo que se necesita es una Guatemala unida como en el terremoto. El presidente debe tomar la batuta, tal como lo hizo el Grl. Laugerud para el terremoto. Debemos impulsar una serie de proyectos de desarrollo y conseguir aliados estratégicos. Esta vez se debería incentivar la productividad en el país a través de la tecnificación con creación de mano de obra.