ESCENARIO DE VIDA

¿Estamos dejando nuestra huella?

Recuerdo aquellos viejos tiempos en que se consideraban los bosques y los manglares como un estorbo y había que votarlos para traer desarrollo. Hoy es todo lo contrario, y tal y como el Inab menciona en sus comunicados,  “Los manglares son vida,  entre más bosques, más vida y desarrollo para Guatemala”.

¿Quién no ha transitado en una pequeña embarcación por Monterrico o por Río Dulce, en los canales donde el mangle nos enamora? ¿Qué pescador no sabe apreciar las bondades de los manglares? La triste historia es que desde 1950 el país ha perdido una extensión aproximada de 26 mil hectáreas de manglares y va en aumento.

Para detener este tipo de deforestación se están implementando acciones de recuperación del ecosistema a nivel nacional. En conmemoración del Día Mundial por la Defensa del Ecosistema Manglar, el Inab realizó un simposio en coordinación con el PNUD, UICN, Conap y el MARN de las cinco especies de mangle.

Anteriormente se creía que no se podía sembrar mangle, pero hoy en día el Inab, a través de la Estrategia Nacional para la Restauración del Paisaje Forestal, del cual es pionero, intenta recuperar 10 mil hectáreas del ecosistema manglar y estoy segura de que lo va a lograr. Recordemos que los manglares contribuyen al mantenimiento de la biodiversidad marino-costera, crianza para muchas especies y, en especial, la pesca. Sin manglares la pesca se agota y se merma la economía del país.

Ante las amenazas del cambio climático, los manglares constituyen una barrera natural que protege de inundaciones y huracanes, estabilizando las costas y reduciendo la erosión del suelo. Son la base económica de muchas regiones costeras tropicales, proporcionando aproximadamente US$1.6 billones anuales en servicios ecosistémicos, tales como ecoturismo, producción de alimentos y fuentes energéticas. ¡Y hablo tan solo en Guatemala!

¿Cómo hará el Inab la reforestación? La institución sugiere la apertura de canales para propiciar una regeneración natural y establecerá viveros, fuentes semilleras y de plántulas del ecosistema manglar. Preguntando al gerente del Inab, Ing. Rony Granados, qué podemos hacer, nos indica que el Inab, a través del programa de incentivos forestales Probosque, ha garantizado la permanencia de más de 4,400 hectáreas, donde se ha invertido más de 6.4 millones de quetzales en dicho proyecto.

Por lo que conocemos, el Inab, por medio de sus programas de incentivos forestales Probosque y Pinpep está logrando reforestar anualmente alrededor de 10 mil hectáreas, lo que significa la plantación de más de 11 millones de árboles en todo el territorio nacional. Sin embargo, se siguen perdiendo 38 mil ha de bosque por variadas razones.

Por ello, la meta es recuperar áreas desprovistas de bosque y para ello se realizarán 500 campañas de reforestación como mínimo y actividades de sensibilización para la población, especialmente dirigida a los niños, llamada Sembrando Huella.

Con estas campañas no solo se realizarán actividades para plantar árboles, sino que el propósito es también educar a los diversos sectores sobre la importancia de los bosques.

En esta iniciativa se invita a familias completas como voluntarios a participar en las diferentes actividades, inscribiéndose desde ya. Inab, junto a los viveros municipales, estará entregando árboles oriundos del lugar. Interesados se pueden avocar a las subregiones del Inab más cercanas a solicitar sus árboles, y todo lo que tienen que hacer es decir dónde quieren sembrar, pudiendo ser un terreno municipal o propio. Pueden revisar www.inab.gob bajo Amigos del Bosque.

vidanicol@gmail.com

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