La crisis de seguridad que padece nuestra sociedad podría estar alentando a la opinión pública a fantasear con ciertas soluciones mágicas que de llevarse a la práctica podrían derivar en un deterioro aún mayor de la calidad institucional de nuestro país. La situación de temor e incertidumbre es de tal magnitud que muchos ciudadanos se inclinan por soluciones drásticas sin ponerse a analizar la eficiencia de esas medidas.

Es de hacer notar cómo la opinión de los ciudadanos apunta a señalar una situación muy grave que habla del deterioro de nuestra situación institucional. Hay quienes creen que el Ejército debería cumplir con funciones de atención de la seguridad ciudadana. Las ideas acerca de cómo superar la presente crisis de seguridad pública parecen restringirse a la búsqueda de algún tipo de solución mágica que permita salir de la emergencia.

Aunque el Ejército no está diseñado para combatir la delincuencia, debido a la incapacidad de las instituciones de seguridad pública, hay quienes quisieran que el Estado utilizara ese equivocado recurso para proteger a la población.

Por otro lado, la propuesta de leyes más estrictas no tiene coherencia con la falta de confianza en el accionar de la policía y del sistema judicial, dado que nadie puede precisar cómo se haría para aplicar aquellas leyes de mano dura con una estructura tan ineficiente de aplicación de la ley.

Entre la maraña etiológica que origina la crisis de seguridad pública juega un papel importante la crisis económica. La drástica reducción del ingreso de divisas en más de 500 millones de dólares debido a la caída de los precios internacionales del café y al saqueo multimillonario de los recursos del Estado de parte de muchos funcionarios corruptos del actual gobierno, han llevado a las autoridades económicas del país a la desesperada decisión política de emitir eurobonos por la misma cantidad que hemos dejado de percibir por concepto de exportación de café.

Sin embargo, en lugar de ser inteligentemente invertidos en la reactivación económica del país y en la profesionalización y modernización de instituciones de seguridad pública, tales como la Policía Nacional Civil y el Ministerio Público, el gobierno del FRG pretende utilizar irresponsablemente una buena parte de ese nuevo endeudamiento nacional en la impopular ?bonificación? de los tristemente célebres ex Patrulleros de Autodefensa Civil.

En otras palabras, quieren transformar eurobonos en eurovotos.

¡Cuidado!. Mientras el gobierno no invierta en la defensa de la vida y la propiedad de los ciudadanos, la opinión pública comenzará a apoyar medidas que pondrán al sistema institucional bajo la presión de nuevas y crecientes tensiones, tan peligrosas como regresivas.

Píldora de humor.

-Señorita, qué preciosa se ve usted con tres tragos adentro.

-¡Pero si yo no estoy tomando!

-Usted no, pero yo sí.