PLUMA INVITADA
Fracasa otra vez obra vial
Increíble, pura película, pero es la verdad, triste realidad. Fracasa de nuevo una importante y urgente obra vial de carácter nacional, un pequeño libramiento de 15 kilómetros que resolvería el grave atascadero de vehículos que se registra diariamente en la ruta Interamericana, cabecera de Chimaltenango, desde hace más de 10 años, por abierta irresponsabilidad e indiferencia de varios gobiernos, tres de ellos con proyectos planificados, sin capacidad de ejecución y en abierto perjuicio de nueve departamentos: Chimaltenango, Sacatepéquez, Sololá, Quiché, Totonicapán, Huehuetenango, Quetzaltenango, San Marcos y Guatemala, así como a tres importantes pasos fronterizos con México: La Mesilla, El Carmen y Tecún Umán. Indirectamente también aparecen tres departamentos: Escuintla, Suchitepéquez y Retalhuleu.
El año pasado, el Gobierno anunció el inicio de esta nueva ruta, cuatro carriles de concreto hidráulico, dos en cada sentido, y un arriate central, planificado entre los kilómetros 48, entre la aldea San Miguel Morazán, El Tejar, y 63, salida de Chimaltenango hacia Zaragoza y el occidente, pasando por San Andrés Itzapa; su costo es de Q312 millones. La medida lógicamente provocó satisfacción general, así como alegría y el agradecimiento de los beneficiados.
Los trabajos de este nuevo tramo carretero se iniciaron hace tres meses, es decir, con casi un año de retraso del anuncio oficial, con la ampliación de un carril de la Interamericana, pero insólitamente no duraron ni siquiera un mes, fueron suspendidos de pronto y retirada la maquinaria y trabajadores, ante la atónita mirada y sorpresa de los vecinos de los pueblos involucrados en la aguda crisis vial, la que incluye al movimiento turístico.
Por esta ruta circulan diariamente más de 21 mil vehículos, sufriendo la cruda consecuencia pilotos y personas particulares, choferes de autobuses extraurbanos y usuarios de este servicio colectivo, así como los propios funcionarios. Algunos pilotos de camionetas y demás transporte pesado complican aún más la situación, sin resolverla; por supuesto, cuando por apresurar su paso abren equivocadamente nuevas vías en apretados espacios o transitan en contra de los carriles contrarios, provocando accidentes y más congestionamiento, a veces hasta de diez o más kilómetros.
Tan aflictivo paso por la cabecera chimalteca y El Tejar se agudiza cada vez los viernes, sábados y domingos, fiestas diversas, accidentes, deportes, huelgas e incidentes fortuitos, con pérdida a veces hasta de tres horas, con marcado daño al libre tránsito, turismo, comercio, agricultura, industria y desarrollo en general, a nivel local, regional, nacional e internacional. Este caos continuará hasta cuando, no se sabe, posiblemente lo resuelva el próximo gobierno; ojalá. Por el momento no conviene porque el tiempo y el cambio aprietan, y la fiesta sería de otros, ¡como buenos chapines!
¡Qué verguenza!