SI ME PERMITE

La impotencia puede ser una forma de esclavitud

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“Cuando el amo se acostumbra a hacerlo todo por medio de un esclavo, el esclavo se convierte en amo, puesto que no se puede prescindir de él”. Bernard Shaw

Muchas personas que nosotros admiramos han tenido limitaciones, las cuales no han podido paralizarlas, sino las desafiaron para buscar la manera con la cual pudieran superar esa limitación para poder sacar la tarea que les tocaba hacer.

Todos admitamos que tenemos algún área en la cual no somos los más diestros, por lo cual se puede ver como desventaja; pero posiblemente si entendemos el fenómeno, podemos abrir paso y poderlo superar. Eso es posible cuando nos conocemos y, a pesar de lo que somos, estamos dispuestos a trazar nuestras metas y luchar para alcanzarlas.

De todas las luchas que tenemos que enfrentar, la peor lucha es la que no enfrentamos y dejamos que eso simplemente nos lleve a criterios como “yo no lo puedo hacer” o frases como “eso no es para mí”. Afirmaciones como estas no son válidas si no hemos hecho el esfuerzo primero. Cuando queremos esforzarnos, debemos ir paso a paso y ver hasta dónde podemos llegar, y luego enfrentar los retos que tenemos por delante.

La vida es un constante proceso en el cual nos abrimos caminos. Claro que no ignoramos las dificultades, pero nos concentramos en los alcances. Esto es una realidad en muchos que han alcanzado logros en deportes y en las artes, que posiblemente los que los rodeaban no les creían y posiblemente tampoco los apoyaron. Pero el empeño estuvo en ellos y pusieron todo de su parte y alcanzaron las metas. No es de extrañarse que cuando ellos lleguen a los logros que ninguno esperaba, reciban ánimo y reconocimiento, pero no fue hasta que lo lograron.

Cuando uno piensa que no puede hacer algo, este simple pensamiento puede llegar a ser una actitud tan esclavizaste que aun cuando otros lo animen, la idea de no poder puede mucho más que el estímulo de otros. Cuando nos encontramos en un estado que nos paraliza, este ha iniciado en la mente y luego llega a la voluntad. Pero si queremos deshacernos de esta situación, debemos persuadirnos a nosotros de que sí lo podemos hacer. De todos modos, si nunca lo hicimos, no hay razón para pensar que no podemos, y si lo hicimos y no resultó, debemos saber que hay que corregir y hacerlo de nuevo.

Lamentablemente nunca faltan aquellos que nos rodean y poco ayudan para nuestros logros, y si nosotros los sabemos detectar, lo primero que nos toca hacer es alejarnos de ellos para poder iniciar con todo el potencial y así alcanzar lo que nos hemos propuesto. Porque en esta vida todos empezamos sin poder nada y nos hemos desarrollado.

Si enfocamos nuestra atención en los logros que queremos alcanzar antes que los impedimentos que son reales podemos llegar a realidades que la historia los podrá tener presentes. Como cuando la historia nos registra la diferencia que hicieron invidentes que han llegado a marcar la diferencia aun con los que teniendo la vista no lo han hecho. Personas que con impedimentos no aceptaron sus limitaciones para ser dependientes, sino que salieron adelante ayudando a otros que estaban mucho mejor que ellos.

Hoy no neguemos que tenemos limitaciones, pero no permitamos que nos esclavicen, sino que nos dejen ser diferentes y más que útiles, personas que motivan a nuestro medio.

samuel.berberian@gmail.com

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.

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