ESCENARIO DE VIDA

Liderazgo del Istmo

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Este artículo va dedicado a héroes y heroínas que luchan por la supervivencia del planeta. Nos falta creer que aunque vivamos en un país diminuto, podemos tener una voz mundial. Se trata de líderes que actúan con pasión y decisión y galopan con sus ideas que logran penetrar en el ámbito internacional. Esto es exactamente lo que está sucediendo con la iniciativa de lograr que Centroamérica entre en los textos oficiales de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) —COP 21— próxima a celebrarse en París, Francia.

Al 2014, la CMNUCC ha reconocido como Estados Miembros a 196 países, entre los que figura Guatemala, estando incluidos todos los estados miembros de las Naciones Unidas. Todos ellos estarán reunidos desde el 30 de noviembre y parte de diciembre para decidir el futuro de la humanidad. Es allí donde se deben tomar las decisiones basadas en el principio de proteger el sistema climático en beneficio de las generaciones presentes y futuras, y así evitar un declive planetario. Por tal razón, el reconocimiento del Istmo centroamericano como particularmente vulnerable ante los efectos adversos del cambio climático, se vuelve una necesidad imperante y como un asunto de seguridad no solo nacional sino regional.

A pesar de que Costa Rica siempre nos lleva la delantera en toda clase de iniciativas verdes, esta vez Guatemala no se ha quedado atrás. Una guatemalteca, nuestra representante ante el Consejo Nacional de Cambio Climático, Alejandra Sobenes, ha levantado nuestra voz a nivel mundial y ha llevado nuestra propuesta para que se oficialice a la región como particularmente vulnerable en el nuevo acuerdo universal y vinculante. El liderazgo no solo viene de Guatemala, también está presente en toda la sociedad civil centroamericana que está jugando un papel preponderante al solicitar a sus gobiernos y a la Asamblea de las partes del CMNUCC, reunidas en la COP21/MOP11, un explícito y pleno reconocimiento en función a un tratamiento especial para el Istmo centroamericano. Nuestra delegación oficial centroamericana (excepto un país) ha dado respuesta a esta solicitud y han logrado que la región aparezca en el borrador del Acuerdo y pedimos seguir con toda fuerza en este empeño.

Nuestra región ya no soporta la “carga anormal y desproporcionada” que está sufriendo y que amenaza las posibilidades de alcanzar su desarrollo. Se incluye en los textos las “necesidades específicas” en aplicación del Artículo 3.2 de la CMNUCC. Si lo logramos, el panorama cambiaría dramáticamente para Guatemala y al resto de la región, ya que esta es una distinción que actualmente se le asigna solamente a los pequeños estados insulares (islas) y a los menos desarrollados. El beneficio redundará en mejorar el financiamiento para combatir y adaptarnos al cambio climático con la correspondiente obligación de manejar eficiente y transparentemente los recursos.

No hemos de olvidar los eventos extremos adversos, como el de El Cambray, la sequía extendida que amenaza la producción de alimentos y la salud. Nuestra posición debe ser enérgica, con un mensaje político contundente frente a la COP21/MOP11. Le tengo mucho respeto y admiración al ministro de Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala, Andreas Lehnoff, y estoy convencida de que su participación en la COP 21 de Francia será brillante y que tendrá todo el apoyo de la sociedad civil.

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