URBANISMO Y SOCIEDAD
Lo público y lo privado
Las ideas privadas son de interés nacional, por lo que se topan con factores de interés público por falta de planificación regional, que es una actividad orientada a alcanzar los objetivos deseados: “Proyectar un futuro deseado global y la manera efectiva como uno de los instrumentos para alcanzar la negociación, ejecución, control y evaluación de los planes. La planificación regional contempla varias etapas, las cuales son: la planeación, que puede ser centralizada, descentralizada, participativa, imperativa o indicativa; estratégica, integral o sectorial; municipal, regional nacional prospectiva o coyuntural; en un contexto de equilibrio contingente (desórdenes) a la cualificación del espacio”. Las ideas de sectores como las de Anadie terminan estancadas por no partir de planes regionales dentro de una cartera del Estado, que sería lo “políticamente correcto”.
De lo anterior se deriva el urbanismo y sus proyectos particulares, que son un conjunto de disciplinas que se encargan del estudio de los asentamientos humanos para su diagnóstico, comprensión e intervención. El urbanismo utiliza la geografía urbana como herramienta fundamental e intenta comprender los procesos urbanos a fin de planificar las acciones territoriales. El urbanismo actual en Guatemala se inicia en la época colonial con Felipe II, quien recoge las acciones territoriales con varias ideas urbanísticas que se trasladan por medio de las Leyes de Indias a las nuevas ciudades en el Nuevo Mundo (proceso en el que España llevó a cabo una de las mayores creaciones de ciudades de nueva planta para la historia).
Encontramos dentro de estos planes el espacio público, ese que se apropian muchas veces, cuando es propiedad estatal de dominio y uso público; es decir, de todos. Es el lugar donde cualquier persona tiene el derecho a circular en paz y armonía, donde el paso no puede ser en base a criterios de propiedad privada y excepcionalmente por reserva gubernamental. El espacio público abarca, por regla general, las vías de tránsito o circulación abiertas, calles, zonas peatonales, plazas, carreteras, así como amplias zonas de los edificios públicos, como bibliotecas, escuelas, hospitales, ayuntamientos, estaciones, o los jardines, parques y espacios naturales e históricos, cuyo suelo es de propiedad pública. Todo esto cabe dentro de los movimientos urbanos de urbanistas connotados. En 1928 tuvo lugar el primer Congreso Internacional de Arquitectura Moderna y en 1947 se aprueba la ley británica de urbanismo (Town and Country Planning Act 1947), como resultado del New Towns Movement. Se producen las garden cities, que en Guatemala va a tener impacto con la reestructuración del barrio de Santa Clara, hoy zona 10. Así nace la ciudad planificada, que es una ciudad creada en un terreno previamente no urbanizado de acuerdo con un plan urbanístico global. Su desarrollo depende, por lo tanto, de una decisión administrativa o económica, y no del movimiento natural de la población.
Ahora, el urbanismo contemporáneo se enfrenta a los problemas del medioambiente, emigraciones e inmigraciones, crecimientos interregionales, violencia y nuevas tecnologías de comunicación y de transporte. El decrecimiento de la población podría originar un nuevo tipo de preocupación completamente opuesta al que tenían los urbanistas de principios de siglo. Actualmente ya no se teme en el futuro a la explosión de los grandes centros urbanos, sino por el contrario, al vaciamiento posiblemente que se va a desarrollar en los próximos años, como los casi 1.600,000 (PL) emigrantes de cualquier nivel económico, que han emigrado a Estados Unidos. Y otros que se están moviendo a otros municipios o departamentos. Ya el EDOM lo había previsto.