Una vez más el adagio popular “cuando el río truena es porque piedras trae” evoca otra de esas situaciones oscuras, disfrazadas bajo temas aparentemente más urgentes y relevantes, pero que a la larga tendrán serias repercusiones en el devenir del país. Nos referimos a las acciones previas a elegir al secretario del Consejo Nacional del Atención al Migrante, el cual adquiere mayor importancia por las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos en lo referente al voto de los guatemaltecos residentes en el extranjero, cuya mayoría se encuentra en los Estados Unidos.

Varias asociaciones de migrantes reclaman que el 5 de agosto recién pasado la Comisión del Migrante del Congreso de la República publicó en el diario oficial una convocatoria para elegir al secretario de Conamigua. Las suspicacias surgieron y se mantienen porque el anuncio fue publicado una vez en el Diario de Centro América, de muy escasa difusión, y no se informó oficialmente a nadie por los medios adecuados. Esta manera de actuar, si bien cumple con el requisito legal, no permitió, o en todo caso dificultó, que las asociaciones se enteraran y pudieran enviar propuestas de aspirantes sugeridos por los propios migrantes.

La convocatoria comenzó el 8 de agosto y termina en dos días, el 19. Es muy fácil descubrir que se trata de una maniobra y que existe la decisión de alguien de burlar el proceso en forma maliciosa. Las organizaciones afirman haberse enterado a través de familiares que viven en Guatemala, quienes por medio de redes sociales enviaron fotografías de la convocatoria. Lo consideran doloso, válidamente, en la actual época de los medios digitales. Por si fuera poco, existe una exigencia de que haya una entrega física de propuestas en la capital guatemalteca.

El temor de los preocupados migrantes es que dentro de poco tiempo Conamigua sea convertida en un instrumento político partidista, lo cual no estaría lejos de suponer al tomar en cuenta las múltiples visitas hechas por el presidente Jimmy Morales a varias comunidades de connacionales en Estados Unidos, como tampoco sería extraño inferir el interés del partido Todos, cuyo diputado Paul Briere, presidente de la Comisión del Migrante, firma la convocatoria de marras.

Por otra parte, el mandatario creó al poco tiempo de asumir el gobierno un nuevo cargo, el Comisionado Presidencial para los Migrantes, en el cual designó a uno de sus colaboradores de campaña, Marvin Mérida, acusado por la comunidad migrante de haberse aprovechado del trabajo proselitista que en su momento hicieran a favor de Morales varios dirigentes, tanto en EE. UU. como en Guatemala.

En YouTube hay un video de una reunión en EE. UU. a la cual comparece Mérida, a quien los asistentes reclaman por haber obtenido el cargo a costa de la labor de muchos. Conamigua empezó en el 2008 como interlocutor idóneo entre los guatemaltecos que viven en otros países y el Gobierno, a fin de velar por el respeto a sus derechos, así como representar con dignidad sus intereses ciudadanos. Para comprobar la transparencia, la Comisión del Migrante debe extender el plazo, hacer pública por todos los medios posibles la convocatoria y facilitar propuestas por vía electrónica. No hacerlo comprobará que hay algún interés mezquino detrás de este legalismo.