REGISTRO AKÁSICO

No tan blanco

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Se ha presentado el Libro Blanco de Seguridad. Guatemala 2025 con Seguridad y Desarrollo. Se trata de la proyección de la política de seguridad del país, como indica el título. No obstante, si se lee con ojo crítico, es un compendio de materias pegadas a la fuerza que no alcanza la coherencia necesaria para orientar los esfuerzos en la materia.

Los principales defectos son: a. las dificultades del entorno mundial resumidas en temores por el agua y los pobres, que carecen de conexión alguna con el resto del escrito; b. el futuro nacional en lugar de mostrar las dificultades que se arrostrarán, es un cuento de hadas, al estilo de Segeplán; c. ignoran la dificultad sempiterna del Estado de allegarse recursos, en cambio afirman logros, equipamiento y calidad en materia de seguridad.

Los capítulos observan desniveles notables. Los primeros son francamente deficientes, mientras los últimos centrados en la descripción del sistema nacional de seguridad son aceptables; en especial, la parte denominada: hacia una cultura de seguridad.

En cambio, la página 35, en concreto, contiene un galimatías conceptual sobre las funciones y atribuciones del Estado en materia de seguridad. No se entiende la manera en que un documento oficial no fue revisado en su contenido, para evitar ese fárrago de imprecisiones y explicaciones viciosas.

La influencia de adictos neoliberales aparece cuando se hace mención de los costos de transacción, sin que sea necesario tamaño concepto.

No todo es un desastre. Los ejes de transformación están bien logrados. Son agrupamientos temáticos de acciones consideradas adecuadas en un planteo de seguridad.

En un libro blanco, se esperaría que se describiera la manera en que el Ejército de Guatemala se apartará de la seguridad pública, excepto en caso de desbordamiento de las fuerzas de policía. Ahora, el ejército hace rondas de policía, participa en vigilancia de toda clase de centros de detención, participa en arrestos y cateos, es una fuerza de guardabosques, guardarrecursos y hasta de guardia de hacienda, pues se le destinó a las aduanas en fechas recientes, etc. Sin embargo, son apenas cuatro líneas cuando se habla del mismo.

Un problema grave en el aseguramiento de la soberanía territorial, es la falta de medios para la armada y aviación. Así como garantizar el poder de fuego y vigilancia remota de las fuerzas de tierra. A pesar de que trata de la seguridad en su conjunto, hecho que se demuestra con 17 fotos del Ejército de Guatemala sobre el total de 50, jamás se consideran las urgentes necesidades de modernización, equipamiento y participación en la inteligencia nacional.

Al finalizar la lectura, se advierte la tolerancia de los coordinadores frente a fachendosos colaboradores. Rebosaron paciencia, con tal de alcanzar la meta: una propuesta de política autorizada de seguridad. No es lo mejor, pero es mejor que nada.

http://registroakasico.wordpress.com

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.