PARALELO 30

Nuevo paradigma

Samuel Pérez Attias

|

Vivimos en un mundo en donde la teórica mano invisible presuntamente dicta qué debe producirse, cómo y cuánto producir y quiénes están dispuestos a comprar lo producido. Supuesta invisibilidad que se queda en teoría por muchos motivos. A pesar de sus falencias, los mercados se han impuesto como el sistema más eficiente para resolver a esas preguntas económicas. Dado el contexto mundial, las pocas naciones que aún tienen remanentes del otrora comunismo —China, Laos, Corea del Norte, Vietnam y Cuba— flexibilizan sus estructuras hacia los mercados hacia economías mixtas, como todas las demás. Aquí reside la importancia del cambio de paradigma en cuanto a la comprensión del mundo actual. La dicotomía comunismo-capitalismo pierde sentido. Las diversas formas de comprender y abordar al comunismo han sucumbido debido a sus imperfecciones estructurales incluyendo el contexto dentro del cual fueron aplicadas. Hoy naciones enteras han modificado su modelo, se han adaptado o han adoptado —o pretendido adoptar— el modelo mixto imperante. Cuba está en una transición estructural importante.

Así también el capitalismo después de la gran recesión mostró cómo el homo economicus y su comportamiento racional es incapaz de regularse endógenamente, más aún en un contexto donde la “libre competencia” se queda solo en la teoría. Recordemos que el equilibrio general no es más que una herramienta teórica de análisis. La concentración de capitales, de recursos, y el acaparamiento de mercados a través de oligopolios mundiales dibujan un escenario global que no responde al modelo planteado por Smith en 1776. Más bien se asemeja a sistemas monárquicos o dictatoriales, donde el poder concentrado establece la agenda. Esta vez en manos y a favor del poder económico concentrado —8% de la población acapara el 80% de la riqueza mundial— que accede a poderes cuasi-ilimitados para manipular precios, capturar a la demanda con estrategias mercadológicas y economías de escala, eliminando o absorbiendo a potenciales competidores. Personas que además tienen capacidad de capturar al poder político y mediático. Poder que puede y debe ser regulado por un ente exógeno a la mano invisible. Nuevos paradigmas económicos requieren abandonar la división de la Guerra Fría y observar detenidamente esta realidad.

El análisis tiende a enfocarse en la óptima combinación mercado/Estado en contextos democráticos y de libertad. Donde el mercado no responde, el Estado entra en juego. Para evitar las concentraciones de poder económico y las falencias del mercado como la degradación ambiental, por ejemplo, el poder político y coercitivo del Estado, a través de la democracia, juega un papel crucial.

Hoy todas las economías son mixtas. El paradigma se reenfoca: ¿Hasta dónde deben los gobiernos intervenir o regular y hasta dónde dejar hacer y dejar pasar a los mercados? Se busca, al final del día, el bienestar humano integral para todas las formas de vida y para el largo plazo.

ESCRITO POR: