Nuevo museo
Se trata de un esfuerzo familiar que enriqueció la casa que la pareja construyó en Antigua Guatemala, aprovechando que se trata de un escenario idóneo, por sus inigualables características físicas —traza urbana y paisaje—, sumadas al impresionante marco de sus grandes conjuntos arquitectónicos convertidos en ruinas y el factor sorpresa que las casas ofrecen al develar un mundo mágico detrás de sus viejos muros. Al principio la colección se limitó al deleite propio y de los amigos e invitados que con frecuencia gozaron de sus atenciones, buena mesa y grata conversación.
En cumplimiento de la legislación cultural vigente, la obra fue debidamente registrada y con el tiempo donada a la Fundación Nacional para las Bellas Artes y la Cultura, que publicó un hermoso libro sobre la colección. Entre sus metas está la creación del Museo Guatemalteco de Arte y entre sus objetivos, fortalecer la identidad nacional que la propia ciudad histórica genera, al entenderse que su vocación es ser habitacional, cultural y turística; al declarársela patrimonio de la humanidad se afirmó como el principal destino turístico del país.
Ante esa realidad, una premisa básica para la concepción del museo fue que debería tener clase mundial, lo que necesariamente se convirtió en el mayor reto de aquel esfuerzo.
Su planteamiento implicó pensar en su edificación, por lo que en 2005 empezaron los trámites para que el proyecto fuera autorizado, y entre 2007 y 2013 se llevó a cabo la obra gris. Al momento actual, faltan instalaciones, acabados, equipamiento, mobiliario y un largo etcétera, pero los ambiciosos planes de la Fundación prevén abrir al público en 2015.
Se trata de cerca de siete mil metros cuadrados de construcción, de los cuales, dos mil quinientos serán para exhibición. La casa de habitación contigua funcionará como bodega viva del museo, el que consta de un vestíbulo con área comercial, restaurante, cafetería y servicios sanitarios; auditorio para doscientas personas y terrazas. Bodegas y talleres al servicio de la conservación y mantenimiento de sus obras; área para la administración y seguridad, todo rodeado de grandes jardines, en los que desde que la casa funciona se exhibe escultura para exteriores realizada en bronce, mármol, concreto y otros materiales.
Antigua Guatemala, por sus conocidas características urbanas, calidad de arquitectura monumental y doméstica conservada, unida al inigualable paisaje, son el marco idóneo para la creación e implementación de iniciativas como la comentada. Por tratarse de un patrimonio mundial, las posibilidades se multiplican hasta el infinito; solo queda que el Estado garantice su conservación y desarrollo, ofreciendo las condiciones de seguridad, orden y equipamiento, entendiendo como Estado al conjunto de autoridades locales y nacionales, que disponen del marco legal para hacerlo.