LA BUENA NOTICIA
Optar y marchar por la vida
Tres anotaciones de actualidad pueden ofrecerse como “opciones por la Vida” inspiradas en la Buena Noticia de mañana domingo, 26 de agosto: 1) El final “dramático” del capítulo eucarístico de Juan 6. El más grande milagro de Cristo —la multiplicación de panes para cinco mil— termina en “fracaso” cuando ante el escándalo de su “cuerpo y sangre ofrecidos como alimento para tener vida eterna” muchos deciden dejarlo. Una penosa realidad heredada siglos después para los infinitos derivados del error del protestantismo: quedarse con la Palabra y dejar el Pan Eucarístico, “sin el cual no hay vida”, advierte el mismo Jesús (Jn 6,56); 2) La urgente necesidad de los guatemaltecos y guatemaltecas de “optar por la vida” ante la incesante y recurrente propuesta criminal abortista, apoyada por noticias de prensa que “alarman sobre los embarazos infantiles” siempre que en el Congreso se discute la aprobación del aborto por la causal de violación.
Estos “observatorios” aparecen en estas ocasiones recomendando una “educación sexual” que ni es justa reparación ni promoción auténtica de la niña, sino la antesala a la aprobación de “la píldora del día después”, la animación a las “terapias” posviolación —incluido el aborto en todas sus formas, llamadas “interrupción del embarazo”— etc., sin proponer medidas más severas contra violadores, abusadores, etc. Es el gran negocio de los anticonceptivos, abortivos, etc. que promueve la “madre todopoderosa ONU”, incapaz de actuar ante los atropellos a la vida en guerras, migraciones masivas, deportaciones, etc.
A esta propuesta se adhieren en masa las “izquierdas”, que liberalizan cualquier forma de guerra antifamilia. La iniciativa 5376 recurre al eufemístico nombre de “Protección integral, acceso a la justicia, reparación digna y transformadora de las niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual”… etc. La violación siempre es condenable y punible según los “derechos humanos” verdaderos, pero el aborto —disfrazado como “interrupción del embarazo” etc.- no puede promoverse yendo contra la Constitución de una república que tiene como primera finalidad “proteger la vida de los guatemaltecos” aun cuando estos están en el seno materno.
A dicha malvada pero “muy feminista propuesta”, clonación de los errores de otros países y financiada por las mismas instituciones —Plan Parenthood, y las acciones antifamilia de Usaid en Guatemala— se añade la aberrante “ideología de género” en la iniciativa 5395 o “ley de identidad de género”: aberrante y antinatural, pues no existe un “género”, sino un “sexo”, que no es imposición cultural ni religiosa, sino dato natural y científico. Al ir contra la naturaleza se atenta contra ella, de la cual somos parte (Papa Francisco, Laudato sí, “Defender la naturaleza y rechazar el aborto”). En fin, apoyando el “Evangelio de la Familia” del Encuentro de Irlanda de este mes, la Marcha por la Vida del 2 de septiembre, a las 2 de la tarde, y por las dos vidas, es una buena ocasión para que en la sociedad civil organizada se “opte por la vida” y no por la muerte de la nación guatemalteca; 3) La urgente definición de situación de riesgo de tantas comunidades del faldas del Volcán de Fuego (El Rodeo, Trinidad, Guadalupe, etc. ) que tienen el derecho “a no vivir con miedo por la alta peligrosidad de su ubicación” pero son “invisibilizadas” en planes estatales: no se trata de recuperar la producción solamente, sino de proteger muchas vidas, “desechables” en una economía que parece optar por el “precio” y no por el “valor” de la vida humana.
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