Pluma invitada

Premios Nobel

La ciencia explica.

Durante la pandemia del covid-19 varios gobiernos en conjunto con la iniciativa privada desarrollaron en tiempo récord el conocimiento básico para manejar el ácido ribonucleico mensajero (mRNA) y la tecnología necesaria para producir comercialmente vacunas. No debe nunca olvidarse que millones de seres humanos están ahora vivos por el empleo de esta tecnología innovadora. Todas las decisiones de nuevas tecnologías son evaluadas en términos del riesgo-beneficio, y ninguna está libre de este riesgo. En este caso, los estudios llevados a cabo en los últimos años, en forma unánime, demostraron que los beneficios superaban ampliamente a los riesgos.

Millones de seres humanos están ahora vivos por el empleo de esta tecnología innovadora.

El Premio Nobel en Fisiología o Medicina del 2025 fue otorgado a tres científicos que descubrieron cómo nuestro sistema inmune se controla, es decir, cómo sabe cuándo debe atacar y qué debe defender. Los hallazgos han sido decisivos para comprender cómo funciona el sistema autoinmune y la razón de por qué no sufrimos de enfermedades devastadoras. En pocas palabras, descubrieron la existencia, sin equívoco alguno, de las células T (celT).

Shimon Sakaguchi, nacido en 1951. M. D. 1976 y Ph. D. 1983 de la Universidad de Kioto en Japón, Profesor distinguido del Centro Avanzado de Inmunología de la Universidad de Osaka, en 1995, postuló, en contra de la corriente del conocimiento en ese entonces, que el sistema inmune era complejo y la existencia de nuevas células, (celT), las cuales nos protegen de las enfermedades autoinmunes. Mary Brunkow, nacida en 1961, Ph. D. de la Universidad de Princeton, EE. UU., Alta directiva del Instituto para la Biología Sistemática, Seattle; y Fred Ramsdell, nacido en 1960. Ph. D. 1987 de la Universidad de California, Los Ángeles. Consultor científico, Sonoma Biotherapeutics, San Francisco. Fueron los autores del otro descubrimiento clave en el año 2001. Identificaron al gen FoxP3, que, al mutar, era el causante de enfermedades autoinmunes. Dos años más tarde, Shimon Sakaguchi demostró que dicho gen controlaba la producción de celT. Esa es, en síntesis, la historia del premio.

Dicha historia es un ejemplo clásico que confirma que el conocimiento científico no es linear y continuo en su desarrollo, sino que, al contrario, es complejo y requiere la colaboración de varias mentes, obsesionadas y persistentes, con un objetivo claro y definido. Muestra, también, que, al mismo tiempo del éxito, surgen nuevas interrogantes al respecto, como consecuencia del nuevo saber: ¿qué pasaría si sucede tal cosa? Como ven, las preguntas son tan importantes, si no más, que las respuestas.

Ahora, ¿qué tienen que ver las celT con las vacunas mRNA? Las vacunas provocan una respuesta inmune robusta, incluyendo una respuesta de celT, ya que el mRNA instruye a las células a producir proteínas virales, que son reconocidas por el sistema inmune, incluyendo las celT. Los investigadores están en la actualidad mejorando esta respuesta al incorporar componentes en la formulación de las vacunas para potenciar aún más la actividad de las celT contra patógenos e incluso el cáncer, como recientemente se ha publicado.

Resulta inconcebible que el secretario de Salud del Gobierno de los EE. UU., un país científico por excelencia, haya cancelado proyectos por cerca de US$500 millones relacionados con la tecnología  mRNA, aludiendo a que la misma no protege en forma efectiva contra las infecciones del tracto superior respiratorio, como el covid-19 y la influenza, sin demostrar resultados científicos publicados que sostuvieran su afirmación. La Alianza por Medicinas mRNA, que incluye tanto a la academia como a la industria, manifestaron su malestar y repudio por dicha acción, como lo detalla un breve comunicado publicado recientemente en la prestigiosa revista científica Nature.

ESCRITO POR:

Carlos Rolz Asturias

MSc en Ciencias de la Ingeniería Química de la Universidad de California, Berkeley. Fue fiduciario del Grupo Educativo del Valle y director del Instituto de Investigaciones de la UVG.