A CONTRALUZ
Presidente, renuncie ya
SI TUVIERA UN POCO de sentido común, ya no digamos de dignidad, Pérez Molina ya hubiera renunciado a la Presidencia. Las dos manifestaciones que han aglutinado a miles de personas a lo largo y ancho del país y en el extranjero le han quitado legitimidad como representante del pueblo. El mandatario se aferra al pretexto de que es presidente constitucional, pero no comprende que está infinitamente solo. Ya es solo una figura decorativa, sin respeto del pueblo. Frente a la población, Pérez Molina representa el rostro de la corrupción y de la falta de carácter para detener el galopante saqueo de los recursos del Estado. La salida de Roxana Baldetti fue solo el principio de la depuración de la administración estatal, falta que salga el verdadero responsable del Ejecutivo.
LA MANIFESTACIÓN DEL 16 de mayo fue un punto de inflexión en la historia del país, por la confluencia de la mayoría de sectores del país, hartos de la rapiña de este gobierno. Ya no fue solo la clase media, sino que se incorporaron sindicalistas, campesinos e indígenas al clamor de que Pérez Molina se vaya porque ya no representa sus intereses y aspiraciones. Quizá el mandatario se sienta reconfortado porque el Cacif le ha tendido la mano y lo interprete como apoyo. El sector empresarial no debería ser tan ingenuo de pensar que el gobernante le dará “respuestas inmediatas” a los casos de corrupción que implican a altos funcionarios del Ejecutivo, porque Pérez Molina es uno de ellos. El presidente le dará largas y largas hasta el 14 de enero del 2016.
BASTA RECORDAR CÓMO Pérez Molina defendió con ardor el líquido mágico para limpiar el lago de Amatitlán, cuyo contrato se hizo por presiones de Baldetti. Según el Ministerio Público, el análisis de laboratorio determinó que esa sustancia, en un 97%, es agua con sal y falta saber qué impacto negativo causó en el lago. El gobierno iba a pagar Q137.8 millones por ese engaño, a razón de mil quetzales por litro de agua con sal. Este caso demuestra cómo Pérez Molina se convirtió en un gran estafador del Estado frente a nuestras propias narices. A ello se deben agregar las decenas de denuncias de cómo el presidente, su familia y amigos se han enriquecido con fondos públicos. Si el Cacif y la embajada de Estados Unidos se hacen los locos con eso, la ciudadanía decimos no: Pérez Molina debe renunciar en forma inmediata.
LA POBLACIÓN GUATEMALTECA está clara en que Pérez Molina ha encubierto y ha dado carta blanca a las mafias y no se ve ningún asomo de autocrítica por el saqueo que ha hecho y que ha permitido. Hasta el momento el rechazo ciudadano ha sido pacífico, pero si insiste en ignorar las justas reclamaciones de que se vaya del poder, el presidente será el único responsable de la radicalización de las expresiones populares. Una muestra de esto será la amplia movilización campesina e indígena que hoy reiterará la exigencia de la renuncia. La falta de dignidad de Pérez Molina no vale que el país se incendie por su obcecación de mantenerse en el poder.
@hshetemul