REFLEXIONES
Sin reforma no hay futuro
Esta coyuntura que ha unido a todos los guatemaltecos y guatemaltecas en una indignación común por los escándalos de corrupción del gobierno y ha generado movilizaciones que no se veían desde hace mucho tiempo, pero que particularmente son significativas por la diversidad de sectores que participan, ver a estudiantes de las diferentes universidades juntos proclamando la consigna de “se metieron con la generación equivocada” y a la población en general “reapropiarse de sus calles” es una coyuntura que no podemos permitir que se nos escape.
La convicción común fue parar los desmanes de corrupción del actual gobierno y recuperar algún nivel de confianza en la institucionalidad del Estado y la transparencia en el quehacer político.
El primer gran éxito fue lograr la renuncia de la vicepresidenta Baldetti, pero faltan muchos más, entre ellos la renuncia de Otto Pérez, para que no tenga el privilegio de terminar el período de gobierno en el que generó caos e hizo retroceder al país varias décadas, especialmente en materia de Derechos Humanos.
La tarea más importante sigue pendiente, y es exigir al Congreso y a los 135 diputados que quieren ser reelectos que aprueben la reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, de lo contrario llegaremos a estas elecciones en un ejercicio en el que se repita más de lo mismo y los próximos cuatro años tendremos un gobierno y un Congreso igual o peor que el actual.
Este momento es el desafío a la madurez política del país y sus organizaciones sociales, serán muchas las reivindicaciones importantes y urgentes pero solo es la reforma al sistema político lo que hará posible transformar al país para luchar por todas esas reivindicaciones. En este sentido felicitamos la valiente iniciativa del TSE de ser quienes reúnan las diferentes propuestas utilizando su prerrogativa de “iniciativa de ley” y sean ellos quienes reúnan los planteamientos para elaborar la propuesta única que debería ser apoyada por todos los sectores, recordando que “lo perfecto es enemigo de lo bueno”.
Desde este momento debemos dar nuestros aportes al TSE para la elaboración del anteproyecto de reforma a la ley electoral y fortalecer la gestión de dicho organismo que es autónomo, independiente y “autoridad suprema” en materia electoral.
Algunos países de la comunidad internacional estarán preocupados por la estabilidad y gobernabilidad del país, es importante hacerles ver que la estabilidad no radica en el fortalecimiento de Otto Pérez, sino en lograr que el Congreso realice las reformas necesarias para construir la democracia en el país.
Continuemos con las marchas pacíficas y todas las expresiones de exigencia, además de seguir elaborando propuestas y tener presente que debemos fortalecer al TSE y dirigir nuestras demandas al Congreso de la República, recordándoles a los diputados que deben trabajar y escuchar al pueblo de Guatemala o retirarse.
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