En este sentido vale la pena analizar algunos ejemplos de otros países que nos puedan servir como lección para enfrentar de inmediato al menos el problema económico. En Estados Unidos, el presidente Obama presenta una nueva propuesta de presupuesto en la cual decide aumentar los impuestos al 1% de la población más acaudalada del país para fortalecer a los medianos y pequeños empresarios y a la clase media en general. Establece para ello un impuesto del 14% sobre los capitales en el extranjero y pretende regresar la base tributaria de las ganancias del capital al nivel que estuvieron durante el gobierno de Ronald Reagan, el presidente más conservador que ha tenido Estados Unidos. Estas medidas se deben al reconocimiento de que las ganancias de capital para los grandes inversionistas así como el salario y las prestaciones de los altos funcionarios empresariales crecieron en forma desmedida, mientras la clase media se estancó y los obreros y trabajadores agrícolas han disminuido en su nivel de vida.

En Grecia, por su lado, observamos que la nueva propuesta del Gobierno para pagar los créditos de rescate económico que recibieron, se basan en combatir la corrupción, erradicar el contrabando y la evasión fiscal y establecer nuevos gravámenes al sector más acaudalado de la economía, lo cual generaría recursos al Estado para inversión, rechazando así los planes de austeridad severa que tan gravemente han afectado la vida de la población.

Existe un consenso en el mundo que las posibilidades de desarrollo económico van a estar cada vez más vinculadas al uso y desarrollo de las nuevas tecnologías digitales, y que la sola producción de productos agrícolas o básicos, y menos aún la sola extracción de recursos naturales no renovables sin un valor agregado, son un absurdo que no tiene perspectiva para el desarrollo. Esto implica invertir grandemente en la salud, en la educación, en la investigación y en el desarrollo tecnológico de los países.

Con estos parámetros Guatemala sigue rezagada en la historia con propuestas sin sentido como la sobreexplotación del trabajo de los guatemaltecos y la de la reducción del salario mínimo; solo falta que se les ocurra regresar a la esclavitud.