MACROSCOPIO

Tema olvidado y preocupante

Humberto Preti

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En el año 2011 se publicó un estudio sobre la facilidad de ser madre en diferentes países del mundo, habiendo las madres finlandesas ganado el primer lugar y las guatemaltecas se colocaban en el puesto 128. En los países de ingreso bajo, más de la tercera parte de la población tiene menos de 15 años de edad, mientras que en los de ingreso alto, menos de la quinta parte de la población tiene esas edades.

La población del mundo crece a razón de 200 mil personas por día.

Entre 1980 y el 2030 se duplicará con creces la población de los países de ingreso bajo y mediano —a 7 mil millones—, y la población de los países de ingreso alto será de mil millones. Nosotros estaremos en el 2025 en más de 26 millones.

En los próximos 35 años se agregarán 2.500 millones de personas a la población actual de 6 mil millones.

Una de esas ONG, que vive bien de hablar mal, decía que cómo era posible que en Guatemala, teniendo las producciones de café, azúcar, vegetales y otros productos agrícolas, tuviéramos los índices de desnutrición que tenemos. Lo que no toman en cuenta estos señores es que allá por Finlandia, con suerte, los matrimonios tienen un hijo, las tasas de natalidad son negativas, mientras aquí, por buenos que pudieran ser los ingresos, mantener proles de ocho, 10 y hasta 12 hijos es casi imposible, si no imposible. El tema es uno de los más polémicos de la humanidad. La oposición al control natal de parte de la iglesia Católica, la costumbre ancestral de nuestros pobladores de llenarse de hijos como símbolo de virilidad y algunos otros tabúes hacen que el tema sea olvidado y no hay políticas públicas para ello.

Vemos con mucha preocupación el dramático incremento de población que se ha producido en el mundo en los últimos años. En las últimas cuatro décadas, la población mundial ha aumentado desde los 2.500 millones hasta los 6.800 millones de personas.

Actualmente la explosión demográfica tiene lugar principalmente en los países en vías de desarrollo, donde los índices de natalidad son mucho más elevados que en los industrializados. Ante la preocupación de que se pueda llegar a un exceso de población, algunos de esos países han adoptado políticas de control de natalidad. Hay que tener en cuenta que el índice de crecimiento de la población suele ser inversamente proporcional al nivel de formación de las mujeres, exceptuando el caso de los países altamente industrializados. Por ejemplo, en Suecia, donde existen óptimos servicios para atender a los niños e igualdad de oportunidades de trabajo para las mujeres,

El problema de esta explosión demográfica es que los recursos naturales no son inagotables y encima en Guatemala tenemos una oposición a que se tenga un aprovechamiento de los mismos de manera sustentable, manteniendo así más altos los niveles de pobreza.

Esta tasa de natalidad, que es más alta que el crecimiento de nuestro producto interno bruto per cápita, no solo causa niveles altos de desnutrición, sino también enfermedades que hacen insuficientes las instalaciones de los servicios de salud y genera millones de desempleados, lo que incide en la deserción escolar y, por consiguiente, en no llegar a ser adultos con oportunidades de empleos de calidad y lógicamente aumenta la migración hacia el Norte.

Verdaderamente da tristeza ver a esas niñas que ni siquiera pudieron desarrollarse en su adolescencia siendo madres a sus escasos primeros años, cerrándose para ellas las oportunidades para siempre. Conocí casos de madres de cinco hijos que no llegan a los 20 años de edad

El tema es el tema del siglo.

induagro@yahoo.com

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