Si aceptamos que el Estado llegó a ser lo ineficiente que se propuso la clase política, en contubernio con aquellos que han actuado como dueños del país y otros de nuevo cuño, está claro que las estructuras exógenas creadas para resolver a su favor, son un éxito.

Ineficientes e inoperantes ministerios cedieron espacio a empresas particulares para hacer lo que por ley les corresponde, tal el caso de la obra pública, sea esta infraestructura o edilicia. En salud están las contrataciones de empresas de medio pelo, para hacerse cargo de servicios en los que han demostrado irresponsabilidad, causando la muerte de pacientes a su cargo, sin que hasta ahora se deduzcan las responsabilidades legales del caso.

A través de los medios de comunicación social conocemos sobre el alegre reparto de la obra física, en el país entero, a cuenta de diputados distritales convertidos en constructores y contratistas, de la mano de alcaldes y gobernadores igualmente veniales. Muchas veces, los proyectos que se aprueban son innecesarios, además de inútiles y para colmo, sobrevalorados. Se trata de proyectos mal ubicados, pobres como diseño, pero sobre todo de mala construcción, como aquellos que colapsan durante el proceso de obra, poniendo de manifiesto la corrupción.

El decreto 16-2010 creó las alianzas público-privadas tendentes a desarrollar obras de rentabilidad social y bienestar común. La agencia Anadie, extralimitándose de ese marco conceptual, pretende construir el Centro Administrativo del Estado (CAE) para albergar unos 12,000 empleados públicos y 4,000 automóviles; incluye ramales del Transmetro, tren de cercanía sobre la calzada Atanasio Tzul y centros comerciales.

El área escogida es la antigua Estación Central del Ferrocarril, talleres, tornamesa y patios de maniobra, declarada Monumento Nacional. Forma parte del conjunto histórico-cultural integrado por el Centro Cívico, Centro Cultural Miguel Ángel Asturias y la Ciudad Olímpica. Anadie cuenta con un Consejo Nacional de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica (Conadie), integrado por los ministerios de Finanzas, Comunicaciones, Energía y minas y Economía; Secretaría de Planificación Económica, Programa Nacional para la Competitividad, Cacif y Cámara de la Construcción. Al Ministerio de Cultura y Deportes corresponde conservar el Patrimonio Cultural de la Nación.

En junio de 2015 un conglomerado de profesionales, vecinos, artistas y promotores culturales rechazó la idea mediante un pronunciamiento público, y en agosto presentó al ministro su propuesta de hacer en tan importante sector un parque industrial y cultural. Con eso recuperará el uso como terminal de transporte público, del Transmetro y tren de cercanías, junto a las áreas comerciales que requiera, debiéndose integrar al conjunto del Centro Cívico, Centro Cultural y Villa Olímpica. La Facultad de Arquitectura de la Usac se sumó al esfuerzo. Ante eso, los acuerdos ministeriales 1110-2015 y 13-2016 crearon la Mesa Técnica para el Centro Cívico y su área de influencia e integración. El trabajo ha empezado en apoyo al Ministerio, a fin de proveer información, argumentos y propuestas que permitan obtener el mejor partido de la iniciativa.