IMAGEN ES PERCEPCIÓN

WhatsAppitis

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Hace algunos años el uso de los teléfonos estaba limitado a recibir y sacar llamadas. Pero con los Smartphone llego también la posibilidad de escuchar música, tomar fotos de alta calidad, redes sociales y la mensajería instantánea, cuyo líder es el WhatsApp. Sus usuarios se calculan en al menos mil millones de personas, que utilizan esta aplicación diariamente en todo el mundo.

El WhatsApp ha cambiado nuestras vidas y ha creado una adicción que nos obliga a estar todo el tiempo con el celular en la mano. Por ello, es necesario guardar ciertas normas de comportamiento que aún no están muy claras, porque el contacto humano se ha ido despersonalizando con este tipo de aplicaciones y ya no se siguen las pautas básicas de cortesía que han regido al mundo por siglos. El lenguaje se acorta, se omite la correcta ortografía y se sustituyen palabras por emoticonos.

El riesgo con este tipo de comunicación es que podrían surgir vínculos superficiales e inconsistentes, porque no se puede percibir los gestos del interlocutor y se dan malos entendidos. Entre más educado sea en los mensajes, mejores posibilidades tendrá de mantener sus buenas relaciones con los demás.

Esta nueva tendencia ya está haciendo que se califique a algunos como “mal educados” y se rompan vínculos amistosos, amorosos o de negocios, todo propiciado por los malentendidos que genera la comunicación whatssapera. Y lo que para unos es malo, para otros es apropiado, ¿es cuestión de criterios? O vale la pena enumerar normas de etiqueta convencionales y adaptarlas al mundo de la tecnología, es decir reglas que se basan en honor, cortesía y buenos modales.

Para empezar seleccione una foto para su perfil que represente su esencia personal, considere que todos sus contactos tendrán acceso a esa imagen y a analizarla. No olvide que “una imagen habla más que mil palabras”.

Lo mínimo que se espera es que cuando alguien le envié un mensaje usted lo responda —salvo las típicas cadenas, memes y videos—. Muchos maleducados ni siquiera se dan por enterados que reciben un aviso; no precisamente debe responderse de inmediato, pero hágalo al menos al final del día, si es que le importa la persona. Tampoco se haga el difícil y el ocupado, que siempre se tarda horas en contestar, eso es chocante y la verdad luce un poco “patán”.

En cuanto al saludo, responda un hola o buenos días de igual forma, antes de ir al asunto, ¡Por favor no sea rudo! Si lo llaman por su nombre, haga usted lo mismo. El nombre es la mejor música para el oído del que lo escucha.

No escriba con palabras mal escritas, faltas ortográficas y gramaticales, su imagen se verá seriamente dañada y quedará como un completo ignorante.

No conteste los WhatsApps mientras este comiendo, en reuniones de trabajo o compartiendo con amigos y familiares, hacerlo es de pésima educación para quienes están frente a usted.

Si es necesario tratar temas importantes o delicados es mejor hacerlo a través de una llamada telefónica o personalmente y no por mensaje de texto.

No deje por escrito nada de lo que después pueda arrepentirse, porque como dicen: “Las palabras se las lleva el viento”, pero si las escribe perduran y un día pueden ser utilizadas en su contra.

Respete los horarios convencionales para enviar mensajes, no antes de las 8:00 am y no después de las 6:00 pm. Si son asuntos laborales, y si son relaciones sociales también deben respetarse los horarios de descanso de las personas.

Y por último si maneja no chatee, su vida está en peligro y pone en riesgo la seguridad de otros. Así que, a disfrutar de la comunicación tecnológica, pero no olvide la netiqueta (etiqueta en la red) por favor.

Imagen_es_percepcion@yahoo.com

ESCRITO POR:

Brenda Sanchinelli

MSc. en Relaciones Internacionales e Imagen Pública. Periodista, experta en Etiqueta. Dama de la Estrella de Italia. Foodie, apasionada por la buena mesa, compartiendo mis experiencias en las redes.

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