Al escribir estas líneas los únicos con pase al balotaje son Jimmy Morales y Jafeth Cabrera, los codazos entre Sandra Torres y Manuel Baldizón se contabilizan y, de seguro, el calentamiento para una carrera de impugnaciones en Audiencias de Revisión es un hecho. La diferencia entre el segundo y tercer lugar de la carrera presidencial es mínima y bien lo decía el magistrado Julio Solórzano en conferencia de prensa, la autoridad electoral no está para especular sino para brindar certeza. Si los resultados tardan, habrá que esperar.

Hasta el fin de semana tendremos la información oficial por parte del TSE y sabremos quiénes participarán en octubre, pero hablemos de tres ideas sobre las elecciones.

El primer aspecto: los ciudadanos votaron en buen número. Hay fe popular en el ejercicio de un derecho, cada persona tomó su decisión, pero esto no significa dejar fuera el tema del padrón electoral. Según el Renap, millón y medio de jóvenes no se empadronaron, según otros la cantidad es más alta. Esto es estructural, se confunde la concepción democrática de la participación y debemos fortalecer el concurso de todos, no minarlo.

El segundo tema, Prensa Libre vaticina a Líder con 46 diputados, la UNE 33 y el Partido Patriota 18; elPeriódico, por su parte, señala a Líder con 44; la UNE, 36, y PP, con 17. Los partidos tradicionales, ligados con estructuras de corrupción, recibieron un mandato. Esperemos que las bancadas chicas, con pensamiento político disperso, hagan diferencias y no repitamos la pesadilla de esta legislatura. Un proceso no es válido por sí mismo, es válido si a lo largo de él se atendieron todas las garantías del mismo y este concepto en Guatemala es bien difícil de cuajar.

Algunos candidatos con financiamiento obscuro van a sentarse en su curul y hasta pueden competir por la presidencia, también no hay que perder de vista que Líder y PP tienen la mayoría de alcaldías.

Por último, Jimmy Morales y Jafeth Cabrera representan, se quiera o no, el rechazo de muchos a la política conocida, el mensaje está dado y en consecuencia debe valorarse que estas elecciones son más que cifras, los grandes cambios esperan y hay que generarlos.

Cuatro puntos (ya no los 9 del domingo) separan a FCN Nación de sus contendientes, cualquiera de las dos planillas ganadoras podría vencer en la segunda elección. Es muy diferente el comportamiento del nuevo Congreso con un gobierno de partido nuevo y sin compromisos financieros, que con Torres o Baldizón, pero para ambos urge una ciudadanía activa.

Aunque no estemos de acuerdo en todo mantengamos la unidad en lo que sí hay consenso. Estos son momentos de transformaciones estructurales y nadie es dueño del esfuerzo nacional del cual se han desprendido grandes logros. Deben afrontarse retos colosales. Falta mucho por hacer, el gobierno de transición encabezado por Alejandro Maldonado no tiene tarea fácil y llegar al 14 de enero habiendo garantizado transparencia y colaboración con las autoridades judiciales será un éxito.