La recomendación frente al menú dependerá del “horizonte de tiempo” del inversionista, explica Carlos Enrique Newbill, gerente de Inversiones de Grupo Progreso y catedrático de Mercados de Capitales en la Universidad Francisco Marroquín y de la Escuela de Negocios.

Los depósitos a plazo representan “lo más obvio” y “lo que está más a la mano” del inversionista o ahorrante que busca que su dinero gane algún interés en tanto lo usa para otra inversión, añade. Asimismo, recomienda estas opciones, dado que la probabilidad de una devaluación del tipo de cambio no se ve.

El quetzal se mantendrá fuerte en 2021, mientras la economía del mundo se reactive en los próximos meses y las remesas sigan llegando al país, en montos superiores a la suma de muchas de las exportaciones nacionales, puntualiza.

Estos instrumentos financieros locales, ofrecen, además, una mejor tasa que la que se obtendría en el mercado extranjero. Esta oscila entre el 5 y 6 por ciento, en quetzales, y entre el 3 y 4 por ciento en dólares estadounidenses.

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“Las tasas son bastante cercanas y eso refleja que los agentes del mercado no ven una devaluación fuerte” en el horizonte, comenta Newbill.

Por lo tanto, para quien espera maximizar el retorno de la inversión, puede optar por los depósitos en quetzales, y para quien es más conservador, la recomendación es hacerlo en dólares.

Para quienes el horizonte de inversión es mayor, de cinco años o más, las alternativas de inversión son más altas en mercados extranjeros.

“El tema allí es acceso, ya que los bancos extranjeros se han vuelto muy selectivos en el inicio de relaciones. Existen plataformas en línea donde las personas pueden abrir una cuenta de inversiones que les da acceso a poder comprar acciones, bonos y fondos de inversión”, expone.

Estados Unidos, a raíz de los ataques de septiembre de 2001, extremó los procesos de protección frente al blanqueo de dinero, en especial para combatir el financiamiento al terrorismo.

Edgar Búcaro, consultor financiero independiente y especialista en microfinanzas, señala que el mercado ofrece oportunidades de inversión para las personas con capitales que desean colocar para contribuir al desarrollo del país, pero también para ganar. Por eso, estima importante su diversificación desde la perspectiva de la inclusión financiera.

El 2020 cerró con buenas noticias y mejores perspectivas para 2021 en el ámbito bursátil. Martha Eugenia Coronado, gerente general de la Central de Valores Nacional, dio cuenta que “en 2020 rompimos récord” con una colocación de Q49 millones en bonos del Tesoro de Guatemala, con características especiales para personas individuales o pequeños inversionistas. Este nuevo mecanismo inició en 2017 para inversiones entre Q15 mil y Q500 mil.

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“Es una buena noticia porque los inversionistas individuales están conociendo este instrumento y les ha gustado”, comenta. Para este año corresponde una nueva colocación “y se espera que siga creciendo, con un mayor número de inversionistas”.

En cuanto a la inversión inmobiliaria, Newbill dice que es “buena” como activo que se aprecia con el tiempo, pero exige acumular el capital para no recurrir a la contratación de un préstamo. El otro inconveniente es su iliquidez. Ante una emergencia, no es posible vender ese bien inmediatamente, a menos que se acepte una fuerte pérdida.