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“La inflación va a continuar”: Preocupaciones y contradicciones en los resultados de los precios en Guatemala

En medio de una escalada de precios de los combustibles y alimentos como el pan y las tortillas, el INE dice que la inflación acumulada es de 0.39%.

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Bajas en los combustibles en Guatemala han sido leves, incluso esta semana el precio subió un poco. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

El Instituto Nacional de Estadística (INE), informó este lunes que el ritmo inflacionario en febrero   fue de 2.98%, mayor al 2.87% de enero; la inflación mensual se ubicó en 0.42% (-0.04% en el mes anterior); mientras que la inflación acumulada se ubicó en 0.39%.

Esto, a pesar de que, en febrero, productos como la tortilla, el pan popular, maíz, frijol, arroz, azúcar, aceites, carne y abarrotes registraron alzas. Además, cada semana se han registrado aumentos a los precios de los combustibles, lo que, según empresarios y gobierno, se debe al encarecimiento del barril del petróleo como consecuencia del conflicto entre Rusia y Ucrania, así como una menor oferta de crudo.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) da cuenta de que los principales gastos básicos que registraron alzas en febrero fueron el diésel, la gasolina regular y la súper, con 9.48%, 7.08% y 6.87%, en tanto que la división de gasto con mayor incremento fue el transporte con 5.8% a escala nacional.

El costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) o sea los 34 productos básicos se incrementó Q24.22 en febrero respecto a enero, para ubicarse en Q3 mil 134.40, y la Canasta Ampliada (CA) que además de los productos básicos incluye gastos como transporte, calzado, vestuario y recreación, subió Q55.92 en febrero, por lo que para cubrirla se necesitan Q7 mil 181.21.

No obstante, el indicador general está por debajo de la meta inflacionaria establecida por las autoridades del Banco de Guatemala (Banguat) para este año, de entre 3% y 5%.

Efecto “bola de nieve”

Paulo de León, analista de la firma Central American Business Intelligence (CA-BI), señaló que hay mucha preocupación por el incremento de precios de los combustibles, aunque hay inflación desde diciembre del año pasado (por los precios de las gasolinas).

Expresó que el mundo estará experimentando un espiral inflacionaria como un fenómeno global, debido primeramente a la emisión de dinero por parte de los gobiernos de EE. UU., y Europa por la pandemia, luego, por la crisis de la logística global y de contenedores; y luego, el conflicto Rusia y Ucrania, que es un impacto seguido, todos acumulándose, sin dejar espacios de uno o dos años.

“Cada dos o tres meses se venía algo nuevo y esto es una bola de nieve muy fuerte; hay mucha preocupación por el poder adquisitivo de las personas, no solo en Guatemala sino a escala mundial”, aseveró.

De León considera que la inflación va a continuar en los siguientes diez meses, a pesar de que algunos economistas sostenían que sería un efecto temporal. “En marzo del 2021 se había advertido que venía una inflación por la inyección de dinero en las economías, derivados de los estímulos fiscales a nivel mundial. Y no hay un horizonte de cómo se pueden bajar los precios más adelante”.

Sobre las recomendaciones, aseguró que es muy complicado, ya que viene un “tsunami” y el Gobierno podría aplicar acciones populistas que pueden agravar el problema, como la fijación de precios topes o fijos. Sin embargo, dice que podría haber un espacio fiscal para bajar un poco el impuesto a la distribución del petróleo y sus derivados (por los resultados de cierre del año pasado)”.

En cuanto a los subsidios, afirma que es un tema discrecional sobre quién lo recibe y quién no, de manera que sugiere una política social para entregar alimentos a las familias que se encuentran en los bolsones de pobreza del país, para que no pasen hambre, ya que su bolsillo está en la marginalidad.

“Para el resto de la población, clase media y media alta, se deben adoptar decisiones, apretar el presupuesto y recortar algunos gastos, para apoyar el poder adquisitivo de la población, pues está mermando”.

Señalan incongruencias

El reporte proporcionado por el INE generó una serie de cuestionamientos, pues varios analistas consideran que estos datos no reflejan la realidad de los precios en la economía guatemalteca.

Guido Rodas, exgerente del INE, aseguró que, desde diciembre último, el encarecimiento de los derivados del petróleo más los fletes marítimos internacionales, han golpeado en productos importados, así como en los costos de producción.

“Me llama la atención que hay cierta incoherencia porque los precios del petróleo desde el año pasado empezaron a impactar, y ahora por la crisis en Rusia y Ucrania, la situación se agravó todavía más” y recordó que cuando sube el precio internacional del petróleo, al día siguiente las gasolineras aplican nuevos ajustes, cuando cuentan con existencias adquiridas a menor costo.

Rodas aclaró que mientras no se cambie la estructura del IPC, la verdadera inflación no se va a conocer, pues el anterior Gobierno y en este, se han modificado el indicador, sin requerimientos técnicos y sin suficiente información, con la “dedicatoria” de congelar los salarios mínimos.

Pedro Prado, analista de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asíes), es más directo, y asegura que el dato proporcionado no está reflejando el impacto de los precios, pues el consumidor, a diario está sintiendo el encarecimiento de los artículos, más si se considera que el precio de la gasolina ya superó los Q37 por galón.

“Los combustibles son un insumo importante en la cadena de producción y su alto costo se está reflejando en los precios en general. Y el dato de la inflación no está reflejando esos ajustes”.

Recordó que en enero de este año no se veía un incremento significativo en los precios de los combustibles, pero se movieron a finales de ese mes y en febrero, aparte de que, por el conflicto internacional, ahora ya es una realidad que está pegando fuerte porque tiene un impacto directo en la CBA, con consecuencias negativas para la mayoría de la población que se está recuperando de la pandemia.

“Esto viene a agravar la situación y a afectar a la población más vulnerable, por lo que deben fortalecerse los programas de seguridad alimentaria. La variación inflacionaria que reporta el INE es mínima, contra lo que la población está sintiendo realmente en sus compras”, subrayó.

Agotamiento en los hogares

Marcel Arévalo, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), comentó que hay por lo menos tres perspectivas que se pueden observar al respecto, y uno es el manejo de los datos por el INE, pues sobre todo cuando suceden acontecimientos, suelen a estar rezagados respecto a lo que la realidad está reportando a diario.

Otro aspecto es el proceso acelerado de incrementos de precios de distintos productos; sobre todo, de los combustibles, que históricamente generan una escalada progresiva que impacta a todas las demás actividades económicas.

Y finalmente está la percepción de los consumidores, que es un factor con dos rutas contradictorias: una es la depresión que han sufrido los guatemaltecos con la pandemia por el deterioro de sus economías a razón de que las actividades productivas quedaron paralizadas y se generó desempleo.

Pero, además, está el cambio de las actividades regulares a tareas irregulares que no dependen de trabajos fijos y ese impacto es un goteo ascendente que no lograr restituir la situación previa a la crisis sanitaria.

“El guatemalteco está con una mala situación económica desde hace tiempo, pero indudablemente ahora se incrementan los precios y las familias están sintiendo el efecto de estos encarecimientos. Hay un agotamiento económico en los hogares y no se ven salidas”, enfatizó.

Bajo estas circunstancias, el amortiguador de esta situación es un incremento de las remesas familiares, que paralelo a la pandemia también registró un comportamiento alcista, lo que de alguna manera alivia a las familias beneficiarias de estos recursos. “La remesa es el único elemento que amortigua un poco el impacto de los precios, en las familias que las reciben”, destacó.

Silencio en el INE

Prensa Libre solicitó la opinión del INE sobre las alzas de precios de los combustibles, entre otros temas, pero la oficina de comunicación social de la institución respondió que “de acuerdo con el Decreto Ley 3-85, Ley Orgánica del  INE, artículo  3, dentro de las funciones del INE está  Recolectar, elaborar y publicar las estadísticas oficiales, salvo las expresamente asignadas a otras entidades o dependencias, no así el análisis del impacto de precios, ni hacer proyecciones de los mismos”.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.