Economía

|

Suscriptores

“Más recaudación y menos deuda”: El ministro de Finanzas defiende el Presupuesto 2022

El Gobierno mantiene la expectativa de que el proyecto del presupuesto para 2022 sea discutido y aprobado por el Congreso y así corregir las finanzas públicas durante el siguiente ejercicio fiscal, a pesar de que es un periodo que pinta preelectoral.

Álvaro González Ricci, ministro de Finanzas Públicas, conversó con Prensa Libre sobre el planteamiento presupuestario, las asignaciones para funcionamiento e inversión, los pactos colectivos y la contratación de nueva deuda pública, así como las posturas que han señalado diferentes centros de investigación y varios diputados sobre el contenido de la iniciativa.

El pasado jueves 28 de octubre la Comisión de Finanzas del Congreso dio a conocer que modificará la estructura de recaudación que se planteó en la propuesta del 2 de septiembre, y que tentativamente podría elevar el techo de gasto público a Q105 mil 992 millones, lo que no se ha decidido.

¿Cómo se debe entender el proyecto de presupuesto 2022?

Tiene una característica especial y única: está creciendo en la parte de la recaudación y en lo que concierne al presupuesto operativo del 2021, que es de Q94 mil 354 millones.  Y lo que está subiendo es la meta de recaudación, en unos Q10 mil millones.

A partir de eso, el presupuesto para el próximo año es de Q103 mil 992 millones y aun así, es menor al vigente de Q107 mil millones (con ese monto se inició), ya que el año pasado, el proyecto de presupuesto no se aprobó.

Lo que está creciendo es cabalmente lo que se va a aumentar en recaudación y vale la pena decir que es histórico porque evidencia recuperación, confianza de los inversionistas y del sector privado, así como la disciplina fiscal que se ha manejado con el banco central y los esfuerzos que hace la SAT.

Reitero en ese tema que el presupuesto es menor al vigente y el aumento de Q10 mil millones al gasto operativo, obedece al incremento a la recaudación.

¿Cuáles son las prioridades?

Es un presupuesto que se está enfocando en los ministerios de Salud, Educación, Gobernación, Seguridad y Justicia, sobre todo en orientación de recursos al Ministerio Público.

¿Para Salud qué hay?

Se han venido ampliando algunos requerimientos por las necesidades generadas por el covid-19 y hace algunas semanas, el Congreso aprobó una ley para atender la emergencia por Q1 mil 800 millones que están saliendo del presupuesto vigente y no se está incurriendo en deuda.

La cartera salubrista inició el 2020 con Q8 mil 197 millones y este año estará cerrando entre Q11 mil a Q12 mil millones. De esa fecha para acá, su presupuesto ha crecido cerca del 50%.

Para el próximo año, el presupuesto era de Q12 mil millones, pero creemos que este será uno de los rubros que el Congreso incrementará, dadas las exigencias para esa cartera, principalmente de contratación de personal médico y equipamiento. Vienen nuevos hospitales que hay que equiparlos, aparte de comprar medicamentos contra el covid-19 y ya la estamos conversando con la comisión de Finanzas.

¿Por qué sube el gasto en Educación?

Está creciendo alrededor de Q2 mil 355 millones en relación con el gasto de este año y se orienta al traslado de plazas de maestros que estaban en renglones temporales a permanentes y eso genera un incremento en la nómina. También estamos trasladando una cantidad importante de maestros que pagaban las municipalidades.

El ofrecimiento del presidente Giammattei fue que esos docentes se iban a trasladar al Mineduc, para que las municipalidades tengan recursos disponibles para necesidades propias de sus territorios. También hay un incremento importante en la alimentación escolar.

Los incrementos en nóminas son por el escalafón y para el próximo año no están contemplados pactos colectivos.

¿Se justifica el monto para Gobernación?

Estamos proponiendo un incremento de Q532 millones, que es significativo, y es para fortalecer la Academia de la PNC; hay nuevos policías y ellos necesitan equipamiento, vehículos y otros suministros para poder cumplir con sus funciones.

El ministro de Finanzas, Álvaro González Ricci, dijo que se podrían hacer cambios a la iniciativa de presupuesto 2022 antes que discusión entre al pleno en el Congreso. (Foto Prensa Libre: Esbín García)

En el sector de seguridad y justicia, ¿por qué el MP es el más beneficiado?

El MP ya tiene presencia en los 340 municipios y no se pensaba que se alcanzaría esa cifra tan rápido, pero ya tienen habilitadas estas Fiscalías; para que puedan operar necesitan equipamiento, vehículos y otros bienes, por lo que están recibiendo un 75% de incremento. O sea que tendrá Q1 mil 400 millones adicionales para totalizar Q3 mil 400 millones.

Al Organismo Judicial se le aumentan Q300 millones; también se está fortaleciendo a algunas instancias del sector justicia como el Instituto de la Defensa Pública Penal y el Inacif, porque recordemos una Fiscalía debe cooperar con otras instancias que también les brindan apoyo.

¿Qué pasó en infraestructura? ¿Por qué hay reducción?  

El Ministerio de Comunicaciones tiene una reducción de Q1 mil 374 millones y básicamente obedece a que en el 2021 tenía alrededor de Q900 millones de fuentes no ejecutables; entonces, está quedando Q400 millones menos, si lo comparamos en términos reales.

Ahora, y al contrario de otros ejercicios, los proyectos que se están incluyendo en dicho ministerio son obras que cuentan con SNIP (Sistema Nacional de Inversión Pública), que es un requerimiento para que puedan empezar a ejecutar y para no caer en falencias de otros años, cuando se han puesto proyectos que no cuentan con código SNIP.

Estamos en el entendido de que hay 41 proyectos que están identificados, que son grandes obras como el Puente Belice 2, la ampliación de la carretera C-50 y terminar la CA-9, la ampliación a Tecún Umán, y esperamos que se apruebe la primera alianza público-privada de la autopista de Escuintla a Puerto Quetzal.

¿Cómo quedan otros ministerios?

Diría que la mayoría de los ministerios quedan con presupuestos muy similares. Básicamente estamos capitalizando que es un presupuesto que va para salud, educación, seguridad y justicia, que es lo que el país requiere en estos momentos.

Sobre programas sociales ¿qué contiene la iniciativa?

Tenemos los programas operativos de seguridad alimentaria, pues muchos de ellos reciben fondos con impuestos específicos. Por ejemplo, la alimentación escolar, que estará subiendo de Q1 mil 882 millones a Q2 mil 218 millones aproximadamente, y esa cantidad podría ser más, si se ajustan los ingresos tributarios y eso se va a trasladar a los niños.

Esto no se tenía contemplado en la iniciativa que se presentó el 2 de septiembre y de esa fecha para acá, han pasado varias cosas.

El Ministerio de Desarrollo Social sigue con los comedores sociales y la cartera de Agricultura continúa con programas de riego, entrega de semillas fortificadas, programas sociales y van a estar financiados, aprovechando que la recaudación no será castigada el próximo año y que permitirá atender a los Consejos Departamentales de Desarrollo y a las Municipalidades

Uno de los temas sensibles es la deuda pública y ha aumentado. ¿Qué se plantea para el 2022?

La deuda como tal, diría que no es correcto verla aislada con todo lo que está pasando y el comportamiento económico del país. Por ejemplo, no es lo mismo deber Q10 mil a alguien que gana Q20 mil al año o deberle Q10 mil a alguien que gana Q200 mil.  Y como siempre he dicho, el problema como tal no es la deuda, sino su utilización correcta.

Guatemala es uno de los países que mejor ha gestionado la deuda en relación con su Producto Interno Bruto (PIB), y cualquier país es deficitario; nosotros recibimos con alrededor del 27% de deuda versus PIB, pero con los programas del covid subimos a 32%; y ese 5% de aumento por la pandemia, considero que es poquísimo, comparativamente con otros países.

Vemos a países vecinos como El Salvador, que está llegando a casi al 100%, y entonces repito subimos ese 5% en deuda versus PIB, lo que ofrecimos al Fondo Monetario Internacional (FMI y las agencias calificadoras, fue plantear una ruta para que eso se comenzara a revertir.

El déficit fiscal es otro indicador que se toma en cuenta para evaluar a los países y el año pasado fue de 4.9%, el presupuestario para 2021 es 3.3% y para 2022, 2.8%. La idea es que para 2023 lleguemos a niveles del 2% al 2.2%, que generalmente se ha manejado.

La carga tributaria es otro indicador que se evalúa mucho, y está subiendo de 9.9% a 10.7%, y eso quiere decir con relación al PIB que la cantidad de recursos viene para arriba: Eso se debe a una ampliación de la recaudación y a que el sector privado está en la buena disposición de ser más acertado, en el sentido de lo que están pagando al fisco.

Retomando el tema de la deuda, lo estamos bajando de 32.2% respecto al PIB el próximo año y estamos a 32%; parece poco, pero es un cambio de tendencia de la curva.

¿Cómo hay que ver la deuda con relación a los ingresos tributarios? Pues se dice que estamos entrando a zona roja…

Es un indicador que a veces los tanques de pensamiento o economistas han mencionado, pero con este presupuesto tenemos menos deuda.  Ese indicador de los ingresos versus lo que debemos, a todas luces está mejorando. ¿Y eso por qué? Porque todo ese crecimiento se está trasladando al techo del próximo año y esa es la manera más sana de crecer.

Por ejemplo, la deuda bonificada en 2020 fue de alrededor de Q30 mil millones; en 2021 fue de unos Q19 mil millones; y para 2022, Q16 mil 900 millones. O sea que la deuda requerida para financiar el presupuesto viene para abajo.

¿Cómo queda la composición presupuestaria? 

Los rubros principales, servicio de la deuda, funcionamiento e inversión, diría que se mantienen en condiciones similares y por ejemplo, en el 2021 se destinaron a funcionamiento Q61 mil 879 millones; para 2022, Q70 mil 410 millones.

A veces el funcionamiento se interpreta como si fuera el pago de la luz de la casa, pero en el Estado es completamente diferente y la inversión se cataloga como los recursos que generan inversión bruta de capital.

Por ejemplo, si deben contratarse más médicos y para eso se utilizan esos Q4 mil millones más que está recibiendo el Ministerio de Salud. Eso es funcionamiento, pero ¿es malo contratar más médicos que son necesarios? También, requerimos más maestros para mejorar la educación e invertir en capital humano, pero también es funcionamiento.

Covial se encarga del mantenimiento de carreteras con alrededor de Q1 mil 800 millones y eso es funcionamiento.

Pero ¿por qué crece la masa salarial?

Nosotros debemos optimizar el uso de la nómina y ¿cómo lo vamos a hacer? Sobre los pactos colectivos, el Ministerio de Trabajo está realizando un esfuerzo en términos de homologar las condiciones de trabajo del sector público, para que no existan instancias del Ejecutivo que realizan negociaciones afuera de lo que otros ministerios tienen. Se trata de dar lo que manda la normativa y de lo que el empleado necesita, para no contar con pactos colectivos que vengan a poner en riesgo las finanzas del país.

Otro tema es que estamos en proceso de regularización de la nómina y se habla de plazas fantasma, pero puede ser que existan dos personas cuando se necesita una, o que hay dos personas para un puesto, pero que uno cuenta con un contrato y gana más bajo el renglón 029 que es para servicios profesionales.

Ahí es donde creo que se han sustituido plazas permanentes, que no cuentan con actualización dentro de la estructura de sueldos del Estado y se contrata un 029 o un 021, por lo que se está trabajando para reducir esos contratos y poniéndolos en plazas que demuestren la función que tienen, pues tenemos plazas temporales realizando trabajos permanentes y ese es un problema de nómina.

El ministro de Finanzas, Álvaro González Ricci entregó Proyecto de Presupuesto 2022 al presidente del Congreso de la República Allan Rodríguez. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

¿Cómo quedará la inversión para el 2022?

Estamos subiendo de Q17 mil 800 a Q18 mil 200 millones y es interesante porque Guatemala es un país que necesita cada año dos mil kilómetros de carreteras y estamos construyendo 250. Y aunque quintupliquemos el presupuesto de Comunicaciones, no se realizará la cantidad de trayectos que necesitamos y ahí es donde entran las Alianzas Público-Privadas (APP).

Estamos tratando de apoyar la aprobación de la única APP que está en el Congreso en tercera lectura (la autopista Escuintla-Puerto Quetzal), que es una inversión de alrededor de Q1 mil 500 millones, y si no se hace por medio de la APP, el Gobierno tendría que hacer una carretera nueva. Pero los países en todo el mundo han crecido con estas figuras.

¿Y en servicio de la deuda?

En el servicio de la deuda estamos pasando de Q14 mil 611 a Q15 mil 300 millones, lo cual es lógico porque todos los años estamos contratando nuevos préstamos, y si tenemos nueva deuda, vamos a tener un mayor servicio (pago de capital e intereses).

La diferencia ahora es que tenemos mejor deuda y en septiembre colocamos un eurobono de US$1 mil millones con mejores condiciones en tasas y una demanda de US$46 mil millones.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.