El exconstituyente Carlos Molina Mencos con amplia trayectoria en temas constitucionales opina acerca de esta situación.
—¿Una integración parcial de la nueva CC debilita el estado de Derecho?
Definitivamente lo debilita, porque, una vez más, están violando los preceptos constitucionales. La Corte Suprema de Justicia no tenía una fecha definida para hacer el cambio, pero sí un período exacto, que eran cinco años; llevamos casi siete. La Corte de Constitucionalidad debe tomar posesión el 14 de abril y está integrada por cinco titulares y cinco suplentes, no estamos cumpliendo las normas legales vigentes y nos estamos acostumbrando cómodamente a violar las leyes. La ley se hizo para cumplirse, no para interpretarse ni para cambiarse, ni para ver cómo se aplica. No es interpretable, es aplicable.
—¿Puede sentar esto un precedente?
Se podría utilizar. No podemos perder los valores y eso estamos perdiendo.
—¿Está bajo amenaza la certeza jurídica?
Definitivamente. Si yo tengo la facultad como me convenga y en el momento que me convenga, no puede haber certeza jurídica.
—¿Qué impactos genera esta amenaza?
Son muchísimos. Digamos, por ejemplo, en los registros ahora prevalece el criterio del asesor y no del Registro. ¿Qué es lo que pasa? Constituyo una sociedad —mercantil— y estoy toda la vida aterrado de saber si me la van a rechazar, cuando hay 20 sociedades idénticas ya registradas. La certeza jurídica lo que quiere decir es que la ley dice blanco, la Corte ha definido qué es blanco; por lo tanto, yo uso un traje que es blanco, pero no trato de usar un gris para ver cómo hago para acomodarme en ello. Esto viene de —gobierno de— Vinicio Cerezo para acá y se ha ido agravando.
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—Ahora, ¿cómo se debe entender la integración de la Corte?
Está semintegrada. Legalmente no se puede integrar porque deben ser cinco. ¿Qué es lo que están haciendo? Por un fallo político y de convivencia para salir del momento está semintegrada. Eso es un gris; blanco es integrada; negro no está integrada.
—¿Cómo se puede explicar esta situación?
No se están respetando las normas legales vigentes. Si la ley es mala, cambiémosla, pero no la tergiversemos. Thomas Jefferson —expresidente de EE. UU.— una vez dijo que no creía en los cambios constantes de leyes y constituciones porque si una ley tenía ciertos defectos con los que se pudiera medio vivir, el aplicarla constantemente hace que esos defectos desaparezcan, pero si una ley perfecta no se aplica, el caos es mucho mayor. La ley es un partido de futbol, tiene reglas. El árbitro interviene cuando alguien rompe las reglas y luego lo deja seguir. Yo no puedo hacer nada en contra de las reglas, ambos equipos tienen los mismos problemas y ventajas.
—¿Cómo se deben interpretar las acciones que bloquearon la juramentación de la magistrada Gloria Porras?
No me atrevo a decirle porque realmente no lo sé. Pero recuérdese que un amparo procede cuando ha habido una violación a mis derechos. No sé cómo plantearon ese amparo. Ha habido un abuso del amparo y se han basado en algo que procede sobre cualquier cosa.
