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¿Puede colapsar el Internet durante la pandemia?

Llevamos más de un año usando la aplicación Zoom para llamadas de trabajo, viendo maratones de Netflix, y la mayoría de nosotros estamos conectados en línea para todo. Y el internet no ha colapsado, como temían algunos expertos al inicio de la pandemia.

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Las horas que las personas pasan conectadas a Internet aumentó durante la pandemia, pero la red soportó bien. (Foto Prensa Libre: Freepik)

Las horas que las personas pasan conectadas a Internet aumentó durante la pandemia, pero la red soportó bien. (Foto Prensa Libre: Freepik)

Los hogares, las organizaciones y los sitios web particulares han tenido problemas de conexión pero, en general, el mecanismo básico de internet ha mantenido su funcionamiento. Esto demuestra que los tecnólogos aprendieron de errores pasados, cuando el internet sufrió interrupciones, y construyeron un sistema más adaptable a lo largo de las décadas.

A medida que Estados Unidos comienza a abrirse nuevamente, quería tomarme un momento para evaluar lo que ha salido bien y apreciar a las personas y las tecnologías que hicieron que nuestra vida digital fuera sostenible. Nerdos, los felicito.

Llamé a Justine Sherry, profesora adjunta de informática en la Universidad Carnegie Mellon, para preguntarle por qué no ha habido fallas catastróficas en internet a pesar de los aumentos salvajes del tráfico en línea durante la pandemia. El año pasado, incluso Mark Zuckerberg estaba preocupado de que su empresa no pudiera lidiar con todas las personas que se conectaban a las aplicaciones de Facebook.

Sherry me dio dos explicaciones. La primera es que la mayor vulnerabilidad del internet, su interconexión, es también su mayor fortaleza. Y la segunda es que los servicios digitales se han diseñado inteligentemente para condiciones imperfectas y extrañas.

“La infraestructura subyacente que hace que todo funcione se adapta constantemente a las fallas y está haciendo un buen trabajo”, me dijo Sherry.

Su primer argumento tiene que ver en gran medida con la prevalencia de la computación en la nube. Dicha tecnología, popularizada en parte por Amazon, en esencia permite que cualquier sitio web o aplicación pague para que otra persona maneje todas o parte de sus operaciones digitales en lugar de hacerlo por sí solo.

Este enfoque tiene sus desventajas. Cuando una empresa de computación en la nube ampliamente utilizada tiene un problema —lo cual ocurre con bastante regularidad— puede bloquear los sitios web de los bancos, paralizar las cajas de los supermercados, deshabilitar el correo electrónico y evitar que las personas accedan a los medios de comunicación en línea, incluido The New York Times.

La causa fundamental de esta debilidad en nuestro sistema interno de internet también es una fortaleza. Debido a que gran parte de los servicios digitales del mundo son manejados por enormes sistemas informáticos como los de Amazon y Google, muchos servicios digitales pueden ser más flexibles para responder a la intensificación de la demanda y pueden sortear problemas más fácilmente.

Sherry también me explicó en detalle un par de otras tecnologías aplicadas al diseño de internet que han sido esenciales para manejar aumentos importantes en el tráfico web.

Me habló de un pionero de la tecnología, Van Jacobson, quien inventó un software para ralentizar automáticamente los datos de internet cuando las redes digitales están congestionadas. Ella lo comparó con los sistemas de medición de la autopista que limitan la cantidad de automóviles que ingresan a las rampas durante las horas pico para que las carreteras no se paralicen por completo.

Sherry dijo que su invento fue una respuesta al internet intransitable de mediados de la década de 1980, cuando las redes más utilizadas por las universidades se interrumpían cuando había demasiadas personas en línea a la vez. Los algoritmos de control de congestión ahora se utilizan de manera generalizada. Y las empresas de video web han diseñado software con una premisa similar para degradar automáticamente la calidad del video si las redes de internet están congestionadas.

Esas técnicas, dijo Sherry, son adaptaciones basadas en el principio de que el internet nunca será perfecto, y todo a lo que accedemos en línea debe ser capaz funcionar en condiciones menos que ideales.

“El asunto general de todo esto es la agilidad y la adaptabilidad”, dijo.

Sí, el año pasado, cuando se desató la pandemia, los servicios en línea se estancaron en muchos países, y los proveedores de servicios de internet, así como los operadores de sitios web, se apresuraron a agregar más computadoras y capacidad para permitir un mayor tráfico en las redes. Nuestras redes domésticas y las conexiones individuales a internet que llegan a nuestros hogares tienden a ser los puntos más comunes donde existen fallas. No obstante, la arquitectura del vasto sistema de internet es bastante saludable.

Le pregunté a Sherry si deberíamos prestar más atención a lo que sí funciona en internet. ¿Deberíamos agradecerle a Jacobson cuando Netflix se transmite bastante bien mientras viajamos en un automóvil en movimiento?

Sherry dijo que el hecho de que no lo notemos es una señal de que un sistema funciona según lo previsto.

“No sé mucho sobre cómo funciona mi automóvil”, dijo Sherry. “Confío en ello”.