Con un costo de Q1 millón 500 mil, la obra fue entregada un día antes de que se encendieran las luces de la Ciudad Olímpica.
Es el estadio más grande de Guatemala y el séptimo de Centroamérica, y fue en su tiempo una de las pocas instalaciones deportivas que contaban con iluminación para efectuar encuentros deportivos por la noche.
Obra intensa
En 1947, el Gobierno recibió la noticia de que Guatemala sería sede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, por lo que se emprendió la búsqueda de un lugar donde se desarrollaran las competencias. Las instalaciones servirían para atletismo, futbol y natación.
Arévalo Bermejo designó al ingeniero Juan de Dios Aguilar de León para la ejecución de la obra, lo que incluyó la búsqueda del terreno.
Así se dio paso al movimiento y a acondicionar tierras en el sector de la final del barranco de La Barranquilla, donde únicamente había 88 viviendas, las cuales fueron reubicadas.
Todos los trabajos se iniciaron de inmediato en 1948, e incluyeron un colector del desagüe que nacía en el sector del Teatro Nacional —24 calle, zona 4— y recorría el área de la piscina y el estadio —10 avenida de la zona 5—.
Aguilar de León partió de la tesis que redactó para graduarse, en 1938, Aprovechamiento de los terrenos del Rastro y La Barranquilla de la zona 5, para desarrollar el proyecto deportivo y la puso en práctica cuando ocupó el cargo de director general de obras públicas.
El ingeniero recibía un sueldo de Q400 mensuales por desarrollar esa magnífica obra que concluyó el 21 de noviembre de 1949.
El estadio abrió sus puertas en forma oficial el 25 de febrero de 1950, en la inauguración de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Posteriormente fue utilizado como sede en tres ocasiones más, en Juegos Centroamericanos, en 1973, 1986 y 2001.
Desde entonces ha sido mudo testigo de varios encuentros futbolísticos internacionales como las eliminatorias mundialistas, la Copa de la Concacaf, en 1965; Uncaf en 1997 y 2005; y eliminatorias Sub 20, como la que clasificó al Mundial de Colombia del 2011.
El aforo oficial en un inicio fue de 50 mil espectadores y contó con bancas de madera que fueron quemadas, pero se colocaron butacas en todos sus sectores. La capacidad se redujo a 27 mil 792.
Actualmente está en proceso de acondicionamiento, por asuntos de seguridad, y se espera que sea abierto en marzo. Por ahora pueden ingresar solo cinco mil personas.