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Una mujer diferente, Vania Medrano

Pura esencia de lo  polifacético. Es  delicada como  el pétalo de una  rosa y al mismo  tiempo la mujer más desinhibida, con 135 libras y 1.57  metros de altura, que es capaz  de dominar una moto que le  triplica el peso y encarar al   sexo masculino dentro de una  pista de competencia.

Vania Medrano es la mejor exponente del motocrós guatemalteco. (Foto Prensa Libre: César Pérez)<br _mce_bogus="1"/>

Vania Medrano es la mejor exponente del motocrós guatemalteco. (Foto Prensa Libre: César Pérez)

Vania  Medrano es una piloto profesional, completamente apasionada por la vida,  su deporte y la incansable  búsqueda de ser un ejemplo  para servir de inspiración a la  mujer guatemalteca, especial mente a su pequeña y única  hija, Vania Nicole.

“Compito para llevarle un  mensaje a la mujer. Para que   me mire correr y sienta algo  de orgullo”, dice Medrano,  con su habitual sonrisa.

“Deseo que las mujeres se  valoren. Guatemala lo nece sita porque  la autoestima de  las niñas está por el suelo. Eso  es lo que nosotros como líderes, deportistas o artistas  debemos  fomentar. Que se va loren, y sobre todo, que bus quen una profesión.  Hay que  inculcarles a los jóvenes que  trabajen, que hagan deporte, y  sobre todo a las mujeres,  inyectarles esa pasión por lo  que hacen”, señala.

La fama y reconocimiento  público no son hechos que  preocupen a la piloto de 33  años. “Quiero  causar   impacto  en la mujer”, asegura.
“Que la mujer que me mire  diga que si yo puedo levantar  una moto de 500 libras, ellas  también pueden hacer lo que  quieran. Ya sea en el perio dismo, arquitectura, o cual quier otra profesión, que su puestamente son para hom bres”, argumenta.

Madre extrema
“Soy una mamá extrema, y   mi niña, Vania Nicole,   se ha  adaptado a mi estilo de vida.  Realmente no soy una mamá  normal, no digo que soy anor mal, pero sí soy un poco di ferente a las demás”, indica.

Vania cuenta que va al sa lón de belleza  en su moto y  con el  casco puesto,  hecho  que le causa gracia a su hija de  10 años.
“Ella me disfruta, se ríe de  mí, pero me acepta. Por lo que  más le doy gracias a Dios es de  que tengo una hija que me  quiere, porque   aceptarme a  mí no es tan fácil ya que me  apasionan las motos, los via jes, dar clases a los chicos y  chicas. Ella es mi oxígeno”,  afirma.

El sueño de Vania es  transmitir a su hija   la pasión  por hacer bien las cosas.  “Aunque a ella no le gusten  las motos, sí le gusta la danza, el baile o la pintura, que  lo haga con pasión. Cuando  me ve competir quiero que  piense que dejé todo por ha cer lo que amo”.

Por la actividad de los en trenamientos, el trabajo y ser  mamá al mismo tiempo, Vania  no es una mujer que se sienta  a hacer tareas con su hija  todos los días; sin embargo, la  amistad que existe entre am bas y un gran esfuerzo las ha  mantenido muy unidas.

“Trato de estar en  las cosas  importantes. Si ella necesita  un trabajo yo le meto ganas,  aunque sea a última hora, como toda mamá. Me ha costado, pero lo que me gusta de  nuestra relación es que somos  muy amigas y me tiene mucha  confianza. No es de las hijas  que tiene miedo de contarte  algo. Ella me habla y creo que  recibo más regaños de ella,  que ella de mí”, comenta.

Espera al príncipe
Actualmente, Vania es soltera.  Y aunque dice que se  encuentra muy bien sin pareja,  no está cerrada a la posibilidad  de caer en las redes del amor.  Se describe como una román tica empedernida y detallista.

“Soy romántica, aventurera y me gusta complacer a mi  pareja en todo. Me agrada que  él se sienta bien. Primero es  él, antes que yo. No sé por qué  pero soy muy enamorada y  creo que ese es mi primer  error. De todos los campeo natos, mis peores quebradu ras han sido las del corazón”,  dice entre risas.

“Me siento contenta, y co mo nunca me he sentido ple na en mi vida. He tenido altas  y bajas. Siento que llegué a  una plenitud, estoy en la edad  de Cristo, como dicen,  y le  doy gracias a Dios. Y  si vienen  cosas buenas a mi vida, que  vengan ¡YA! Espero a mi prín cipe azul”, indica.
idealista

Con un camino lleno de  piedras y truncado en oca siones por lesiones, Vania  asegura que Dios ha sido par te fundamental para recupe rarse, tanto mental como físicamente.
 

“Hay momentos de intimi dad para estar con Dios, quien  ha sido el timón de mi vida,  tanto en el motocrós, como en  mi vida personal. Y le sigo  trabajando y sirviendo a él”,  comenta.

“Soy católica; no es  que  vaya todos los domingos a mi sa, pero sí soy de tener mi  rosario y lo rezo. Soy muy  creyente en la Virgencita.  Dios me ha quitado do lores de la nada, me ha  hecho milagros inexpli cables y no tengo la me nor duda de que existe”.

Vania asegura que pa ra cada competencia, an tes de arrancar  la moto,  se persigna y  también al  vehículo.
femenina hasta  los huesos

“Como mujer soy muy in tensa. Un día para mí es una  vida pequeña. Entonces si vi ven conmigo un día, van    a  pasar un día tan raro, porque  dirán ‘Dios mío, todo lo que  hice’, porque siento que  aprendí a vivir mi vida al má ximo, porque no sé si voy a  estar mañana”, señala.
Por el deporte que prac tica, que es dominado am pliamante por  hombres, cuan do un aficionado se imagina a  una piloto de motocrós cree  que será una chica con chumpa de cuero, pantalones des hilados y llenos de grasa, ade más de unas manos maltra tadas, pero Vania marca la  diferencia.  

“Me gusta ir al salón de  belleza, me encanta comprar  blusas, zapatos. Me gusta co cinar, incluso cuando me ins piro, abro hasta mi copita de  vino, con una buena mú sica. La bachata me gusta  tanto porque tiene un  sentimiento de nostal gia y felicidad que no se   ni qué es”, expresa.
“No soy muy fanática  de las joyas pero sí me  encanta el glamur. Me gusta  ser femenina. Cuando voy a  una carrera internacional, los  pilotos esperan a una persona  diferente, pero  yo llego con   mis botas y mis  uñas arre gladas. Me encantaría tener  lindas piernas para usar falda,  pero como no las tengo, no  uso —sonríe—”.

Shakira  guatemalteca
Con una personalidad ex trovertida y conocida como el  alma de la fiesta, la piloto  nacional comenta que se sien te identificada con la  cantante colombiana  Shakira.

“Siempre me ha en cantado Shakira. Me gus ta su forma de ser y su  cabello. Me identifico con  ella. No la conozco ni nada,  pero su estilo me gusta. Tam bién al momento de bailar, y  es una chica tan inteligente”,  indica Vania.

“A ver si no me regañan por  no identificarme con una gua temalteca, pero mi mayor ído lo es mi mamá, me gustaría  tener su energía.  Me impre siona  la fuerza de voluntad  que ella tiene y de lo capaz  que es para hacer las cosas”,  confiesa.

“No ha habido persona  más maravillosa en mi vida,  aunque mi papá ha sido un  ejemplo y gracias a él estoy  donde estoy, porque él me  entrenó. Mi mamá ha sido la  persona más fiel para mí y  sin ella no estaría aquí. Solo  de pensar que algo le puede  pasar me pongo a llorar”,  señala.

A la televisión
Medrano se encuentra in volucrada en un ambicioso  proyecto  del que todavía no  puede dar  detalles, pero que  tendrá por nombre VM980 y  será un reality show de mujeres  que aprenderán a manejar una  moto. Se tiene previsto que  salga al aire en enero pró ximo.

“Voy como por las 20 gra baciones. Es un reality que  saldrá en enero en  un canal  nacional. Lo decidí así porque  quiero llegar a lugares como  San Marcos y Quiché. Estoy  tratando de que cada capítulo  sea de impacto para la so ciedad, y que cada niña que  nos mire se motive y cambie  su forma de pensar”.

Entre las pocas cosas que  dio a conocer Vania sobre este   programa está que  serán casi  20 mujeres las que aprende rán  desde  cero a montar una  motocicleta.

Además de esto, del 9 al 12  de diciembre, en una finca  en  el kilómetro 30.5 de la ca rretera al Atlántico, Vania  im partirá un curso de principios  básicos del motocrós.
 

Vania también comentó  que le gusta mucho escribir  poemas. Tiene momentos de  gran inspiración, y de hecho,  está escribiendo un libro —El  diario de una piloto—, que  espera publicar en los pró ximos años.
 

“Es como un pasatiempo.  Me pongo a hacer  poemas  y  estoy escribiendo un libro,  y  de aquí a cuando cumpla  40  años, quiero  editarlo y sacar el  diario de una piloto mujer”,  expone.

AVENTURERA
Con la cuenta  perdida de las ve ces que ha viajado  alrededor del  mundo a compe tir representan do a Guatemala,  Vania Medrano  busca sacar pro vecho cada vez  que se encuentra  fuera del país, y dis frutar  al máximo ca da oportunidad.
 

“Todos los viajes han  sido impresionantes.  Siempre trato de sacarle un  provecho o lección. Ni uno es  mejor que otro. Puedo decir  que me encantó el viaje a  Portugal, porque nunca había  ido a Europa   y lo hice a mis 30  años”, comenta.

“En México me dieron ga nas de probar la famosa len gua, que es espantosa. Hasta  le ponen una oreja de res. Es  una cosa espantosa y dura,  como chicle”, comparte.

En el ocaso del 2013, la  acción para Vania continúa,  ya que espera competir en  una carrera latinoamericana  en Santo Domingo, República  Dominicana; además, en  otra  competencia en Bogotá, Co lombia.
 

“Me gustaría competir. Las  invitaciones ya las tengo, solo  me falta conseguir patroci nadores para los boletos y  esas cosas”, señala.

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