Protestas en Bielorrusia: el último país del mundo donde todavía funciona la KGB y qué papel ha tenido en las mayores manifestaciones de su historia
Es, tal vez, el último lugar del mundo donde la URSS parece que nunca cayó: en Bielorrusia, muchas calles llevan todavía los nombres de héroes soviéticos y efemérides gloriosas, la economía sigue estatizada, el ruso se enseña como segundo idioma y las viejas estatuas de Lenin o Stalin acompañan desde sus pedestales de mármol la vida cotidiana.