Shin-Etsu, que podría empezar a producir de manera masiva este producto en tres o cuatro años, ya envió sus prototipos a fabricantes de baterías dentro y fuera de Japón para estudiar aspectos como el coste y el desgaste con el tiempo de los materiales usados.
El mercado global de las baterías de litio será de unos US$2 mil 260 millones en 2017, un 50 por ciento mayor que en 2012, de acuerdo con las proyecciones de la firma Fuji Keizai.
Los fabricantes japoneses controlan casi la mitad del mercado global de materiales usados en las baterías de iones de litio, del que son líderes Panasonic y la surcoreana Samsung SDI.
En estos momentos, la japonesa Hitachi Chemical está desarrollando una tecnología para incrementar la capacidad de las baterías utilizando aleaciones.
Según el diario económico Nikkei, aunque Japón se encuentra en la vanguardia del desarrollo tecnológico tanto en la capacidad como la seguridad de las baterías para móviles, las compañías de China y Corea del Sur están ganando posiciones con el desarrollo de nuevos materiales.