Poco a poco las personas comienzan a destacarse entre otras al desempeñar algún trabajo y muchas llegan a convertirse en líderes empresariales o de grupos.
Muchas veces los malos hábitos se interponen en el camino de un buen líder, ya sea emprendedor, supervisor o solo director de un grupo de personas de un negocio.
caminos
Un líder, si se equivoca, puede llegar a dejar una huella negativa, según soyentrepreneur.com.
El sitio expone que entre los peores hábitos que pueden comprometer la habilidad de dirigir está el aislarse y no dejar que otras personas se acerquen, lo que puede generar resentimiento y llevar a pensar que no se es un equipo, además de que podría interferir en el trabajo.
Los buenos líderes establecen la dirección, pero ser muy estricto puede llegar a causar un gran daño a la credibilidad y capacidad de dirigir.
“Los líderes se obsesionan con la idea de que son responsables de los resultados. Establecen planes estrictos sin escuchar al equipo que dirige”, afirma la página.
Los líderes pocas veces tienen la posibilidad de ofrecer disculpas por los errores. Inventar excusas no es lo mismo que encontrar el verdadero origen de un problema y eliminarlo.
“Lidiar con la carga de trabajo, laborar más y evitar descansar no contribuye al liderazgo, porque aunque se entreguen los trabajos a tiempo, al final destruirá ese liderazgo, porque aumentará el estrés, será más irritable y menos productivo”.
decisiones
El empresario Zel Girón opina que cuando las personas dejan de creer en el líder ya no les importa qué pase en la empresa, por lo que hay que asegurarse de que los colaboradores tengan claro el propósito de la compañía.
Entre otros errores que cometen los líderes, expresa Girón, está el que no empoderen a sus colaboradores, aunque a veces cometan errores.
La incapacidad de delegar también es un hábito que debe eliminarse. Muchos líderes son perfeccionistas y les cuesta confiar en las personas, y lo que hacen es limitar la capacidad productiva”, apunta el consultor Carlos Luna Rivara.
“Siempre hay que mantenerse informado, porque existen ideas que parecen buenas y no son investigadas para minimizar el fracaso, y no dejar una mala imagen como líder ante los demás colaboradores”, enfatiza Luna.
Para el capacitador empresarial Jorge Martínez, un líder no lo puede hacer todo. Debe estar consciente de que aunque conozca la manera correcta de un procedimiento, no solo ese camino es el que vale, sino que existen personas que pueden hacer las cosas de distinta manera.
El líder no debe ser un autócrata, ya que no siempre se tiene la razón, detalla Martínez.
Girón considera que los colaboradores que se dan cuenta de que al emprendedor, empresario o líder empresarial no le importa el negocio se involucran menos y, por ende, también producen poco.
acciones
Entre los errores que se deben evitar está el de no despedir a las personas que no colaboran en un equipo. “Una de las cosas más difíciles para un verdadero líder es despedir personal, pero muchas veces las personas que no colaboran le restan energía a todo el equipo”, destaca Girón.
Luna considera que en una economía tan compleja, donde hay pocas oportunidades, a veces hay que despedir de manera pronta, porque es mejor, aunque sea difícil.
Un líder que desconfía de su equipo nunca podrá delegar adecuadamente, apunta Luna, y agrega que tampoco se debe ser soñador, porque los ojos de los colaboradores están viéndolo: “Tiene que aterrizar las mejores ideas para hacer un negocio más productivo”, afirma.
Martínez resalta que cuando un subordinado comete un error, al corregirlo nunca se debe hacer en público, y no humillar a nadie. “Es mejor llamarlo en privado y preguntar cuál fue el origen, y entender paso a paso el problema, para arreglarlo. Jamás hay que ridiculizar a nadie”, destaca.
Muchas veces los líderes forman grupos de trabajo por afinidad, pero en ocasiones eso detiene el desarrollo de los negocios, porque muchos no pueden desempeñar bien sus funciones, no son aptos y eso no es lo adecuado, dice Martínez.
Lo acepte o no, el papeleo, las fechas límite y las agendas repletas a menudo preocupan más que la gente; levantan una barrera infranqueable entre el líder y sus colaboradores destaca el sitio misfinanzasenlinea.com.
“Nada hay que paralice el progreso de una organización más rápidamente que los líderes dejen de escuchar. La indiferencia y una mente cerrada destruirán su credibilidad”, se lee en la página de finanzas.
“Un líder debe innovar y buscar incorporar tecnología en la empresa, para que siempre se esté a la vanguardia, y siempre recordar que el talento humano es indispensable”, señala Martínez.