Entre los alimentos alcalinos por excelencia se encuentran las hortalizas de raíz, como los rábanos, las remolachas, las zanahorias y los nabos.
La pimienta de cayena es rica en enzimas, que ayudan a la función endocrina. Además, tiene propiedades antibacterianas, alto contenido de vitamina A y sirve para eliminar los radicales libres que llevan al estrés y el nerviosismo.
Las verduras crucíferas como el brócoli, el repollo, la col y la col de Bruselas aportan gran cantidad de nutrientes ideales para equilibrar el pH del cuerpo.
El ajo también es alcalinizante porque mejora la salud cardiovascular, el sistema inmunitario, regula la presión arterial y desintoxica el hígado. Las hojas verdes como espinaca, acelga, col y hojas de nabo son ricas en calcio, ácido fólico, vitamina K, fibra, antioxidantes y minerales.