Vida

Armonías que curan

La musicoterapia ya se aplicaba a principios del siglo pasado en Europa.

Por Ricardo Goncebats

Los sonidos, ritmos y melodías se emplean como complemento de otras técnicas médicas para tratar desde la depresión, la ansiedad y el estrés hasta la demencia senil y los trastornos respiratorios. La música no sólo deleita el oído, sino que además es una herramienta eficaz para que se comuniquen, relacionen y expresen las personas con dificultades para interactuar, y ayuda a aliviar los desórdenes emocionales, corporales y mentales.

Para lograr un efecto saludable, el terapeuta musical consigue una afinidad entre el estado emocional de la persona y la música o los sonidos que el paciente escucha, los cuales son de distinto tipo, pero coinciden con su cultura sonora, es decir, con lo que escuchó en la época y lugares donde vivió.

La musicoterapia ya se aplicaba a principios del siglo pasado en Europa, como un remedio natural para tratar pacientes con problemas de salud mental, mientras que desde la década de 1950, en EE.UU. es una carrera universitaria y sus métodos se practican en todos los hospitales, centros de reeducación y personas con deficiencias mentales.

En algunos países europeos esta terapia complementaria fue implantada en la educación especial, clínicas geriátricas así como las dedicadas a tratar personas con dependencia de drogas.

Los mecanismos de la melodía

Pero, ¿qué es y cómo funcionan las armonías que curan? Para el doctor Aitor Loroño, médico musicoterapeuta y director del Centro de Investigación Musicoterapia de Bilbao, ?ésta es una técnica natural destinada a tratar sobre todo los desórdenes relacionados con el cerebro y el sistema nervioso, desde el dolor y los trastornos psicológicos y emocionales hasta las dolencias mentales y neurológicas?.

Asimismo, posibilita la comunicación y expresión en las personas con dificultades para ello, ya sean niños o adultos. Por medio de la música se crea un nexo de comunicación entre médico y paciente, lo que permite lograr mejorías en los distintos trastornos. En este proceso se recurre a diferentes técnicas, según cada persona y su tipo de problema.

?Por ejemplo, para reducir el estrés se emplean los efectos fisiológicos de algunos tipos de música que al ser escuchados generan un estado modificado de conciencia, en el cual la persona supera de forma creativa sus conflictos y las causas de su tensión nerviosa?, señala Aitor Loroño.

En cambio, para tratar problemas como el autismo, se induce al paciente a que utilice su propio cuerpo y distintos instrumentos para que produzca sonidos que le ayuden a mejorar el manejo de sus manos, la relación con otras personas y la diferenciación del mundo que le rodea

Efectos

Según Loroño, la musicoterapia influye sobre las emociones, pero también tiene efectos fisiológicos como los de producir cambios en los ritmos respiratorios y circulatorio, tono muscular, actividad hormonal y liberación de sustancias cerebrales como la serotonina, que ayuda a aliviar los estados de ánimos negativos. En general, esta terapia natural ayuda a recuperar la salud física y psicoemocional, al actuar sobre las sustancias bioquímicas que funcionan como mensajeros entre el cerebro y el resto del cuerpo, y de cuyo funcionamiento dependen estrechamente las defensas orgánicas, que nos protegen de las enfermedades.

Durante la sesión la persona verbaliza sus emociones, reacciona ante el estímulo sonoro, despierta vivencias ocultas en su subconsciente y se expresa a través de dibujos o palabras. También suele comentar lo que piensa y siente, estableciendo un vínculo con el terapeuta, que le permite ir resolviendo su problema.

Para lograrlo, el musicoterapeuta busca una afinidad entre el estado emocional del paciente y la música que escucha, para obtener una respuesta saludable.

?La terapia, que se efectúa en un sala insonorizada, consiste en sesiones de una a dos horas, semanales o diarias, particulares o grupales, en un proceso que dura un mínimo de seis meses?, explica Loroño.

Cada sesión tiene una fase de calentamiento, de unos cinco minutos, durante la cual el terapeuta entra en contacto con el paciente y evalúa su estado. Después, se establece la idea bajo la cual se trabajará, se elige el material que se usará en la actividad y se lleva a cabo unos 50 minutos, durante los cuales el paciente interpretará o escuchará distintas músicas.

¿Dónde?

En Guatemala algunas de las clínicas que ofrecen este servicio son Hunab-Ku (Avenida Cementerio Las Flores 17-33, zona 7, Colonia San Ignacio, Mixco y Bionergética y Radestesia ( 12 avenida A 11-76, zona 2 Ciudad Nueva).

Aplicaciones

Los usos terapéuticos de esta medicina son muy variados.

? Aitor Loroño la emplea para facilitar la comunicación verbal de las personas que tienen problemas para expresarse mediante el habla, debido a deficiencias mentales, lesiones neurológicos, carencias sensoriales o autismo.

? También es útil para resolver problemas psicológicos: en casos de depresión, ansiedad, estrés, agresividad, angustia o fobia.

? En el campo de los trastornos neurológicos, contribuye a mejorar la relación con el cuerpo, el entorno y las demás personas, y a obtener mejores resultados en el tratamiento del síndrome de Down, parálisis cerebral, demencia senil e hiperactividad infantil. Asimismo, resulta eficaz para tratar drogodependencias y el dolor.

? Esta técnica también es provechosa en casos de cirugía, porque ?reduce los niveles de hormonas asociadas al estrés y ayuda a estabilizar la tensión arterial?.

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