Vida

Beneficios y riesgos de la Leche de vaca

Este líquido, para algunos es un manjar y para otros su peor enemigo

Es uno de los más completos y equilibrados alimentos de origen animal que existe; posee vitaminas, minerales y proteínas que el cuerpo necesita.

Pero también es un vehículo de gérmenes y su consumo, a veces, podría provocar enfermedades o problemas digestivos. Nos referimos a la leche.

Este líquido, que para algunos es un manjar y para otros su peor enemigo, se compone principalmente de agua (80%), proteínas (caseína, globulina y albúmina), lactosa (un azúcar compuesto de glucosa y galactosa), enzimas (fosfatasa, catalasa, xantinoxidasa, reductasa, peroxidasa y lipasa), grasas saturadas, colesterol, vitaminas (A, D, B1 y B2), minerales (calcio, sodio, potasio, magnesio) y sales minerales, indica la nutricionista Iris Coto Leiva, del Centro de Asesoría en Alimentación y Nutrición, de la Universidad de San Carlos, Usac.

Sin embargo, también podría alojar bacterias, sobre todo si no está pasteurizada (proceso que eleva la temperatura de un alimento líquido a un nivel inferior al de su punto de ebullición durante un corto tiempo, enfriándolo después rápidamente, con el fin de destruir los microorganismos sin alterar la composición y cualidades). A este tipo se le conoce como leche entera o no modificada.

Beneficios de pasteurizarla

El código de salud obliga a que se efectúe este proceso, para asegurarle al consumidor que la leche no le va a provocar enfermedades.

Además, se evita que los productores le inyecten antibióticos a las vacas, si éstas estuvieran enfermas.

Leches modificadas

A éstas se les ha cambiado su contenido de grasa, proteínas y azúcares; vitaminas y minerales, según sean los fines dietéticos, afirma el médico Veterinario Wilson Valdéz, coordinador de salud pública de la Facultad de Veterinaria de la Usac.

No es para todos

Aunque la leche contiene vitaminas y minerales, sobre todo calcio, no es conveniente que la consuman niños menores de un año, pues para ellos la lactancia materna es la ideal.

Sin embargo, hay casos especiales en los que se debe recurrir a una leche de fórmula, pero será el pediatra quien lo indique, añade Cotto.

Toda persona a partir de los 35 años, debería consumir leche descremada, pues ocurren cambios metabólicos; se tiende a ganar más peso, y existe el riesgo de que se eleve el nivel del colesterol malo y por ende problemas cardiacos, agrega Cotto.

Asimismo, hay quienes no toleran el consumo de este líquido de forma entera, ya que carecen de la enzima lactasa.

Ésta es indispensable para la absorción de la lactosa (azúcar que se encuentra de forma natural en la leche), y a ello se debe que cuando la beben presentan problemas digestivos como diarrea.

A otros les afecta sus proteínas, como el caseinato.

Éste cuando entra en contacto con los jugos gástricos de inmediato se cuaja o coagula.

El organismo no es capaz de procesarlo, por lo que las mucosas reaccionan a nivel intestinal; se inflaman, y conforme pasa el tiempo, el daño puede extenderse a otras áreas, provocando rinitis, amigdalitis, o problemas alérgicos, respiratorios o en piel, afirma el médico y cirujano Leonel Rivera, especialista en nutrición.

Si usted presenta problemas digestivos después de consumir leche, lo ideal es que deje de beberla, por lo menos durante una semana, para determinar si en efecto es ésta la que provoca el trastorno, y consulte un médico, para que sea éste quien le aconseje el tipo a consumir, como la leche de soya, leches descremadas o sin lactosa, añade Rivera.

En el mercado de seguro encontrará una que se adapte a su necesidad.

Evaporada

Es la leche líquida a la que se la ha eliminado un tercio de su contenido de agua. Por lo general se encuentra enlatada y dura varios meses.

Al llevar un tratamiento con calor en su elaboración, se destruyen gran parte de sus nutrientes: vitamina C, B, y se modifican sus proteínas y sabor. Su mayor uso es en la repostería.

Deslactosada

Se somete a un proceso por medio del cual se transforma la lactosa en glucosa y galactosa para hacerla digerible.

Está clasificada para personas intolerantes al azúcar de la leche.

Los números de los profesionales entrevistados son: nutricionista Iris Coto 5605-8745; Dr. Leonel Rivera 2254-2388; Dr. Wilson Valdéz 2476-7234; Cámara de productores de leche 2362-1246.

En breve: Recomendaciones

Recientemente fue publicado el Acuerdo Ministerial No. 427-2005, que obliga a los productores y procesadores de leche a que respeten las normas de inocuidad.

Luego de ordeñar una vaca, es básico que el líquido se guarde en un recipiente de acero inoxidable que cuente con un equipo de enfriamiento para ser transportado.

El ganado necesita un control veterinario frecuente.

Todo empaque tiene que describir los gramos y porcentajes de los nutrientes e ingredientes que incluyen los productos.

En el proceso de elaboración, todo el equipo debe ser esterilizado. Las autoridades en salud deben monitorear y llevar un mejor control para que en efecto se cumpla con las normas establecidas por la ley.

En polvo

A ésta se le ha extraído su contenido de agua. Un vaso de leche líquida se transforma en tres cucharadas de leche en polvo. Su almacenamiento y transporte se hace más económico.

Es ideal para toda la familia, y en especial cuando se va a viajar. Toda vez que se abre el paquete o bote, hay que cerrarlo bien y almacenarlo en un lugar seco y fresco.

Descremada

A ésta se le quita una parte o la totalidad de la grasa natural que contiene, por ello algunas carecen de vitamina A y D, pero la mayoría son fortificadas con éstas.

Se recomienda a personas con problemas de colesterol u obesidad.

Condensada

En su composición se le ha extraído cerca de dos terceras partes de su contenido de agua. Una vez concentrada se le agrega azúcar para mejorar su sabor y aumentar el valor energético.

También se usa en la repostería.

Guatemala

Produce un promedio de un millón de litros de leche.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (Incap), recomienda que cada persona consuma 90 litros de leche al año, lo que equivalente a un vaso diario.

Fuente: Eduardo Morán, Gerente de la Cámara de Productores de Leche.

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