“Para las mujeres que toman THM durante cinco años a partir de la edad de 50 años representa un cáncer suplementario por cada mil usuarias del trtamiento y una muerte por cáncer de ovario por cada mil 700 usuarias”, explicó el doctor Richard Peto de la Universidad de Oxford, unos de los autores del estudio.
En el 2002, un estudio estadounidense ya alertó de las consecuencias de los THM al demostrar que su uso aumenta el riesgo de cáncer de seno y no protege del riesgo de tener un ataque al corazón, como se creía entonces.
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Después de ese estudio, el uso de THM cayó en picado en Europa y América del Norte y varios países recomendaron limitar en el tiempo los tratamientos contra la menopausia y empezarlos los más rápidamente posible tras el fin de las reglas.
En su estudio, los investigadores británicos explican que el aumento del riesgo de cáncer de ovarios es significativo mientras dura el tratamiento.
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Si el uso de THM no ha durado más de cinco años, el aumento del riesgo desaparece al cabo de algunos años pero se mantiene si ha sido un tratamiento más largo.
El estudio indica además que el riesgo es el mismo con todos los tipos de THM pero que solo afecta a los dos tipos de cáncer de ovarios más frecuentes, los carcinomas serosos y endometrioides.