Vida

Cinco reglas para vivir durante la crisis del coronavirus

No hay un manual para vivir una pandemia, así que decidimos crear uno. Con algunas normas básicas para guiarte, puedes reducir el riesgo y vivir una vida plena mientras esperamos que el virus esté bajo control. 

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Abby Fisher, una anfitriona, prepara una mesa en el restaurante Lindey’s en Columbus, Ohio. (Maddie McGarvey/The New York Times)

Abby Fisher, una anfitriona, prepara una mesa en el restaurante Lindey’s en Columbus, Ohio. (Maddie McGarvey/The New York Times)

Si bien puede parecer que la crisis del coronavirus ha terminado, no es así. El virus aún sigue ahí afuera.

Pero algunas cosas han cambiado. Para comenzar, los confinamientos están terminando porque en algunas áreas los casos son bajos o han caído o porque los líderes de algunos estados de Estados Unidos han decidido avanzar a pesar del riesgo. Las pruebas han aumentado, dándonos más indicadores sobre la salud comunitaria. Además, sabemos mucho más sobre cómo el virus se comporta y qué actividades representan el mayor riesgo.

Y debido a que la vida en un confinamiento permanente es insostenible, los expertos en salud pública han comenzado a adoptar un enfoque de “reducción de daños”, dándole a las personas alternativas a una cuarentena estricta. Estas opciones —como formar una “burbuja” con otro hogar o trasladar las actividades sociales al aire libre— no eliminan el riesgo, pero lo minimizan a medida que las personas intentan a volver a la vida cotidiana.

Nadie sabe lo que ocurrirá cuando se abran las comunidades. El escenario más probable es que, en el futuro previsible, los casos del virus continuarán aumentando y cayendo alrededor del mundo.

“Es difícil imaginar cómo vamos a evitar otro aumento de las infecciones, por eso estos enfoques de reducción de daños que mantienen a las personas alejadas de situaciones mucho más riesgosas son tan importantes”, dijo Julia Marcus, epidemióloga de enfermedades infecciosas y profesora asistente en el departamento de medicina de población en la Escuela de Medicina de Harvard. “Si que alguien expanda su burbuja evita que celebren cenas concurridas o vayan a bares, eso es un éxito”.

Si bien hemos aprendido a vivir con mascarillas y distanciamiento social, así como con nuevos rituales de lavado de manos después de manipular paquetes y tocar superficies, necesitamos algunas reglas básicas para minimizar el riesgo y aún así seguir adelante con la vida. Consultamos con varios científicos y expertos en salud pública para darte las herramientas que necesitas para tomar tus propias decisiones, ya sea cenar en un restaurante, ir a la iglesia o simplemente cortarte el pelo.

1. Verifica la salud de tu comunidad

Para evaluar tu riesgo de entrar en contacto con una persona infectada, presta atención a dos indicadores importantes de la COVID-19 en tu área: el porcentaje de pruebas positivas y las tendencias en tasas generales de casos.

Comienza por conocer el porcentaje de pruebas positivas de la COVID-19 en tu estado, lo que te indica si las pruebas y el rastreo de contactos están encontrando casos leves y asintomáticos. Cuando las tasas de pruebas positivas permanecen en un 5 por ciento o menos durante dos semanas, eso sugiere que hay un testeo adecuado en tu estado para controlar la transmisión del virus, y es menos probable que te cruces con el virus por el camino. Entre más cercano sea el número al dos por ciento, mejor.

“No significa que tengas total libertad”, advierte Erin Bromage, inmunólogo comparativo y profesor de biología en la Universidad de Massachusetts, Dartmouth. “Significa que hay suficientes pruebas en marcha para que te puedas sentir seguro de que tus interacciones sociales serán de mucho menor riesgo”.

Si el porcentaje de pruebas positivas comienza a subir, debes tomar más precauciones.

Para averiguar si tu estado está cumpliendo con los criterios de prueba, ve al sitio web del departamento de salud estatal. O puedes usar este gráfico de la Universidad Johns Hopkins. La página web Covid Act Now te permite ver las tasas de resultado positivo por condado.

Luego, usa nuestras páginas de mapas y conteo de casos para informarte sobre las tendencias de la COVID-19 en tu área. Cuando el número total de casos es más bajo o está disminuyendo, debes sentirte más seguro, pero aún debes estar atento. Sé más cauteloso cuando el conteo de casos comience a aumentar.

2. Limita el número de tus contactos cercanos

Estás más seguro con los miembros de tu hogar, pero si quieres ampliar tu círculo a familiares o amigos, mantén el número de contactos cercanos lo más bajo y constante posible. Una forma de hacerlo es formar una “coronaburbuja”, que ocurre cuando dos hogares forman un círculo social exclusivo, acordando pautas de seguridad y solo verse entre ellos. El acuerdo permite a las personas visitar las casas de los demás y llevar una vida social algo normal, aunque limitada. Puede ser particularmente útil para familias con estructuras similares, como aquellas con niños pequeños que necesitan compañeros de juegos o adolescentes que buscan contacto en persona.

El acuerdo requiere un alto nivel de confianza. ¿Cómo define cada familia las precauciones razonables? Cuenta la cantidad de posibles “fugas” para cada miembro de la burbuja, como viajes a la tienda o la oficina, citas para jugar, niños y adolescentes que ven a sus amigos o trabajadoras del hogar y niñeras que pueden visitar varias casas.

Mantén la comunicación abierta y sin juicios, para que las personas se sientan cómodas al revelar nuevos riesgos de exposición y potenciales “fugas” en la burbuja.

“Las actividades de las personas van a cambiar cada día: las escuelas pueden reabrir, alguien puede decidir salir a protestar”, dijo Marcus. “Este no es un acuerdo único. La comunicación sobre riesgos debe ser continua y abierta”.

3. Administra tu presupuesto de exposición

El riesgo es acumulativo. En el futuro, deberás hacer intercambios, escoger actividades que son más importantes para ti (como ver a un padre anciano) y saltarse cosas que pueden ser menos importantes (una fiesta de despedida de la oficina). Piensa en controlar el riesgo del virus tal como lo harías con una dieta: si quieres postre, come un poco menos en la cena.

Durante una pandemia, cada miembro del hogar debe administrar su propio presupuesto de exposición. (Piensa en que el riesgo de virus se administra como los puntos de Weight Watchers). Gastas muy pocos puntos del presupuesto con las opciones de bajo riesgo, como ir al supermercado una vez por semana o ejercitarte al aire libre. Gastas más puntos del presupuesto cuando asistes a una cena en interiores, te cortas el pelo o vas a la oficina. Gastas tu presupuesto por completo si pasas tiempo en una multitud.

“Al pasar a una fase de gestión a largo plazo, tenemos que comenzar a pensar así”, dijo Johannes Eichstaedt, científico informático social y profesor de psicología en la Universidad de Stanford. “No corras riesgos innecesarios, y realiza compensaciones congruentes con tus necesidades y prioridades de salud más amplias. Si ver a mis nietos en el parque significa, para equilibrar, que solo puedo ir al supermercado cada dos semanas, tal vez es una compensación que estoy dispuesto a hacer por mi salud mental y bienestar”.

Desafortunadamente, no hay un número mágico que determine tu presupuesto de exposición personal y el “costo” de exposición de diferentes acciones. Pero piensa en tu presupuesto general de exposición al tomar decisiones para pasar tiempo con otras personas, en particular con personas mayores y con quienes tienen condiciones de alto riesgo.

4. Mantén las actividades de riesgo lo más breves posible

Cada vez que hagas planes, pregúntate: “Si una persona infectada está cerca, ¿cuánto tiempo podría pasar con ellos?”. Es necesario un periodo prolongado de contacto cercano con una persona infectada, o un tiempo prolongado en una habitación mal ventilada con una persona infectada, para tener un riesgo sustancial de contraer el virus por aire, dijo Linsey Marr, científica de aerosoles de Virginia Tech.

Al tomar decisiones, mantén breves los eventos en interiores y traslada los eventos sociales al aire libre. Usa mascarilla y practica el distanciamiento social. Aquí hay algunas guías sobre el tiempo de exposición.

Exposición breve: Es poco probable que te enfermen los encuentros cortos, en particular aquellos al aire libre —como pasar junto a alguien en la acera o un corredor que resopla cerca de tu picnic—.

Contacto cara a cara: Usa una mascarilla y mantén breves las conversaciones cercanas. No sabemos el nivel de exposición necesario para enfermarte, pero las estimaciones oscilan entre unos cientos y mil copias del virus. En teoría, puedes alcanzar la estimación más alta después de solo cinco minutos de conversación cercana, dado que una persona podría expulsar 200 partículas virales por minuto a través del habla. Cuando los funcionarios de salud hacen rastreo de contactos, generalmente buscan personas con las que hayas pasado por lo menos 15 minutos en contacto cercano.

Exposición en interiores: En un espacio cerrado, como una oficina, en una fiesta de cumpleaños, en un restaurante o en una iglesia, aún puedes infectarte con una persona al otro lado de la habitación si comparten el mismo aire durante un periodo prolongado de tiempo. No hay un límite de tiempo comprobado que sea más seguro, pero según las pautas de rastreo de contactos y la tasa promedio a la que expulsamos partículas virales —a través de la respiración, el habla y la tos— es mejor que las actividades en interiores, como hacer compras o cortarse el pelo, duren menos de una hora. Aún más corto es mejor.

A medida que tomas decisiones, Bromage sugiere que consideres el volumen del espacio aéreo (el espacio abierto es más seguro que una pequeña sala de reuniones), el número de personas en el espacio (menos es mejor) y cuánto tiempo están todos juntos (mantenlo breve). Para obtener más información sobre el tiempo y el riesgo, lee la publicación en el blog de Bromage sobre el tema, que ha sido vista más de 18 millones de veces.

5. Sigue tomando precauciones pandémicas

Algunas personas en muchas comunidades ya han dejado de usar mascarillas, suspendieron el distanciamiento social y volvieron a su socialización previa a la pandemia. El tiempo dirá si, como resultado, el recuento de casos comienza a aumentar, pero en los próximos meses sería prudente adoptar los siguientes hábitos:

— Ten una mascarilla a mano. Usa una mascarilla en espacios cerrados, cuando haces las compras o estás en contacto cercano con personas fuera de tu hogar.

— Practica el distanciamiento social —permanecer a dos metros de distancia— cuando estás con personas que viven fuera de tu hogar. Mantén las actividades sociales al aire libre.

— Lávate las manos frecuentemente y presta atención al tocar superficies públicas (botones de elevadores, pasamanos, postes del metro y otras áreas de alto contacto).

— Adopta prácticas de cuarentena más estrictas si tú o alguien de tu círculo corren mayor riesgo.