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Colazos en bicicleta: Una nueva forma de hacer comunidad en Guatemala

Ciclistas de todo el país se unen a recorridos grupales como un acto de liberación, así como de resistencia frente a la movilidad en el espacio público.

Colazos en bicicleta: Otra forma de hacer comunidad en Guatemala

Los grupos de colazos buscan integrar a amantes de las bicicletas sin que haya distinción de género, edad y creencias. La premisa consiste en disfrutar y compartir el pedaleo. (Foto Prensa Libre: Cortesía Luis Villacinda)

Aunque fue concebida en solitario por el alemán Karl von Drais en 1817, la bicicleta pasó a convertirse en uno de los medios de movilización más compartidos y populares de la historia. En la actualidad su demanda lo comprueba, ya que se estima una producción de 100 millones de bicicletas al año según datos de la BBC.

La popularidad de este vehículo se ha consolidado con la reciente crisis sanitaria. En nuestras latitudes se observan cambios de movilidad, como los registrados en el estudio Movilidad en bicicleta en la ciudad de Guatemala, elaborado por la comuna capitalina y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

En el 2020 se entrevistó a mil 750 personas en la capital, de las cuales el 51 por ciento aseguró haber pasado del vehículo automotor a la bicicleta de forma regular durante la pandemia.

Un fenómeno vinculado al incremento de esta modalidad ha sido la nueva generación de iniciativas que promueven recorridos grupales en bicicleta –o colazos– a lo largo de zonas urbanas y, en ocasiones, en áreas naturales.

Los colazos suelen tener lugar en diferentes días de la semana, en horario diurno o nocturno, y no requieren de una membresía, ya que la participación es gratuita. El Bicitour de la Municipalidad de Guatemala es una de las iniciativas que surgió con esta idea.

Desde el 2014 y hasta la fecha la comuna organiza un recorrido de 12 km destinado a familias durante el primer domingo del mes, y otro que el último miércoles del mes por la noche, de 19 km. Con esta propuesta, las personas suelen involucrarse en rutas que abarcan diez zonas de la capital.

Pedalear como acto de representación

En la ciudad de Guatemala también existen otras propuestas de colazos que han nacido por amor a este tipo de movilización. Uno de los más persistentes ha sido Bicirol, plataforma que desde el 2013 convoca a amantes de la bicicleta de todas las edades y da inicio en el parque Morazán de la zona 1 capitalina, los domingos en la mañana, así como los martes y los jueves en horas de la noche.

De acuerdo con Luis Villacinda, diseñador gráfico y cofundador del proyecto, los recorridos varían según la intensidad. Están los que son más tranquilos en distancias cortas, y los que implican un mayor esfuerzo porque se desarrollan en caminos con pendientes pronunciadas.

En la actualidad, los colazos del Bicirol promedian una asistencia de 100 personas que integran una masa rodante que puede verse atravesando calles, avenidas y calzadas de la ciudad de Guatemala cada semana.

Los recorridos cuentan con la organización de un grupo de 18 ciclistas que de forma voluntaria apoyan en Bicirol y se distribuyen tareas como ir adelante de la cola en movimiento abriendo camino, cuidar los costados de la fila de ciclistas, detener la circulación vehiclar en cruces y semáforos y estar alerta si ocurre alguna emergencia.

 

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Para Villacinda, las movilizaciones de Bicirol son sinónimo de una resistencia basada en el fenómeno de la masa crítica. “Se busca el espíritu de tomar las calles, subiéndonos a las bicicletas para que se reconozca y respete a los ciclistas”, puntualiza.

Al hablar de visibilidad en el espacio público, cabe destacar la propuesta Chicas al pedal, un espacio para mujeres amantes de la bicicleta que busca animarlas a salir a las calles capitalinas.

Katy Santizo y Ceci López comenzaron el proyecto hace tres años y comparten que luego de los meses de confinamiento por el covid pudieron ver cómo otras ciclistas se atrevieron a salir y tomar las calles junto a ellas. “El proyecto busca que puedan llegar más mujeres, sin importar su edad ni conocimientos. Lo importante es cuidarnos y acompañarnos”, afirman las entrevistadas.

Santizo y López añaden que el espacio que iniciaron ha funcionado como punto de liberación ante los trajines diarios. Además, se vuelve en un escape de lo cotidiano puesto que ninguna de las dos —y tampoco las asistentes a las rutas– están involucradas con el mundo del ciclismo de élite.

Colazos en bicicleta: Otra forma de hacer comunidad en Guatemala
Las Chicas al pedal crean recorridos para que más mujeres se animen a transitar el espacio público. (Foto Prensa Libre: Cortesía Katy Santizo)

Asimismo, cuentan que desde el 2020 han propuesto recorridos que van desde los 25 a los 45 kilómetros durante los días de descanso y a veces por la noche.

Los destinos suelen ser variados. “Ya hemos hecho varias rutas porque lo que deseamos es ayudar a las chicas en su movilidad por la ciudad y que ellas vayan conociendo los espacios para que les sea más fácil pedalearlos en otros momentos”, enfatizan las entrevistadas.

Más allá de la ciudad

El interés por la movilización en dos ruedas no solo se queda en la capital. Marvin Morales, chef de profesión, empezó en el mundo del ciclismo hace una década, y luego de involucrarse en varias agrupaciones de colazos, así como iniciativas que reivindicaran el uso de la bicicleta, decidió iniciar un proyecto en Antigua Guatemala, donde los amantes de la bicicleta pudieran encontrarse una vez a la semana para recorrer la ciudad colonial.

Fue así como en enero de este año iniciaron las rutas de Alley Cat Bikers. Los integrantes se han reunido los miércoles por la noche en el parque central de Antigua Guatemala y se desplazan desde varios puntos del casco central hasta otros municipios como San Miguel Dueñas, San Pedro Las Huertas, Pastores, San Bartolomé Becerra, Santa Ana y San Juan El Obispo.

Alley Cat Bikers se ha propuesto acompañar los recorridos con ciclistas que tengan conocimientos de turismo, historia y arquitectura. De esta cuenta, las rutas tienen paradas en iglesias, plazas, cerros y demás sitios, con el propósito de dar a conocer más sobre su contexto.

Colazos en bicicleta: Otra forma de hacer comunidad en Guatemala
Alley Cat Bikers impulsa recorridos donde se respeten valores culturales e históricos de Antigua Guatemala. (Foto Prensa Libre: Cortesía Marvin Morales)

“Cualquier persona que quiera tener un miércoles diferente puede sumarse. Al final se trata de un recorrido que engrandece debido a la riqueza cultural que aporta la historia”, subraya Morales.

Los Relaxeros es otro grupo de ciclistas en Huehuetenango que se originó después de varios recorridos nocturnos que se llevaron a cabo en distintos puntos del departamento, como el bosque Cerro Negro, donde los ciclistas acostumbraban acampar luego de las rutas.

Rony Castañeda estuvo allí y asegura que el contacto con la naturaleza, así como la convivencia, fue lo que lo llevó a querer involucrarse más con este tipo de actividades.

Comenzó a integrar y organizar de forma insistente el grupo y con el tiempo fue buscando rutas junto a otros colegas. De esa manera se fue ampiando Los Relaxeros, que a la fecha convoca a vecinos de Huehuetenango forman parte de uno de los grupos más grandes del departamento, con 190 ciclistas.

Colazos en bicicleta: Otra forma de hacer comunidad en Guatemala
Los recorridos grupales suelen dar la bienvenida a personas de todas las edades. (Foto Prensa Libre: Marvin Morales)

Los destinos del grupo suelen ser sábados o domingos, y por las noches de cualquier otro día de la semana. Se dirigen hacia localidades como La Libertad o Chiantla, y también se buscan puntos reconocidos por el turismo, como el hermoso mirador Juan Diéguez.

A más de seis años de la creación de Los Relaxeros, Castañeda hace énfasis en que transitar en bicicleta le ha permitido comprender el valor de la sintonía en movimiento con otras personas, sin distingos por su edad.

“Es una experiencia para hacer amigos y sorprende la convivencia intergeneracional. Es inspirador. Al volver a casa se queda la nostalgia de haber compartido. Siempre es una motivación regresar a los colazos”, concluye.

Movilidad y sostenibilidad: Desafíos viales para ciclistas en Guatemala

La encuesta de la Municipalidad de Guatemala y Flacso efectuada en el 2020 dio a conocer que el 86 por por ciento de los entrevistados percibía insuficientes los espacios para desplazarse en bicicleta y observaba que no se respetaba a los ciclistas.

Aunque en la capital hay 24 ciclovías con un trayecto promedio de 1.2 km, este tipo de rutas en el territorio nacional son escasas y los ciclistas solo cuentan con las calles para desplazarse en bicicleta. Lejos de esta falta de planificación para ciclovías, propuestas como BiciRuta 502 buscan conectar al país a través de la construcción de tramos para ciclistas.

Además de los aportes a la salud y el ecosistema, se pretende fomentar el turismo y la economía local. Para fines de su ejecución, la iniciativa inició sus operaciones en Sacatepéquez. De igual manera, la plataforma ha impulsado recorridos culturales en bicicleta para crear consciencia sobre la movilidad colectiva.

 

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De acuerdo con Emilio Méndez, promotor del proyecto, los desafíos en Guatemala deberían trascender la población ciclista y comprenderse a nivel macro, porque “no hay un sistema de movilidad que permita a las personas movilizarse de forma libre, segura, económica y ágil”. El empresario subraya la necesidad de formular un modelo que ofrezca más sostenibilidad y movilidad a los ciclistas.

De acuerdo con datos compartidos por la Dirección de Comunicación Social de la comuna capitalina, la institución trabaja en un proyecto para la ampliación de ciclovías de 40 km, ubicados a lo largo de las zonas 1, 2, 4, 9, 10, 13 y 14. Según los datos compartidos, se están llevando a cabo obras de construcción en las zonas 1 y 9.

ESCRITO POR:

Alejandro Ortiz

Periodista de Prensa Libre especializado en temas sobre cultura y bienestar, con 5 años de experiencia.

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