El sábado 2 de febrero recibió durante la 71 edición de los DGA el galardón a la mejor dirección de un largometraje. De esta manera se confirma el consenso entre la crítica acerca de su posible triunfo en la gala de los premios Óscar.
“¡Guillermo, gracias cabrón!”, celebró Cuarón, abrazando a su compatriota Guillermo del Toro, quien ganó el año pasado por La forma del agua y fue quien l entregó el reconocimiento Cuarón. Él mismo entregó en el 2015 dicho reconocimiento a su coterráneo Alejandro González Iñárritu. Cuarón indicó que haber recibido el premio de parte de Del Toro fue un “milagro de la vida”, lo que hizo que el galardón fuera aún “más especial” para él.
Una memoria
Roma es un proyecto muy personal de Cuarón. Filmada en blanco y negro, sigue la historia de las dos mujeres que marcaron su infancia: la empleada doméstica, de origen indígena, y la señora de la casa, su madre, a la que el marido está por dejar por otro amor.
Del Toro señaló que esta película, nominada a 10 premios de la Academia, incluido el de mejor dirección, era “absolutamente soberbia, perfecta y complicadísima”.
El realizador, quien volvió a subir el sábado al podio cinco años después de que recibiera este premio por Gravedad, en el 2014, agradeció a Yalitza Aparicio Marina de Tavira, la protagonista de la historia, y al resto del elenco y equipo de producción por “dar vida a una memoria”.
“Gracias a Libo (su niñera, en quien está inspirado el personaje de Aparicio), mi madre y mi país, el arquitecto real de Roma”, señaló el director. En un discurso previo, al ser presentado como nominado, destacó los “más de 70 millones de trabajadores domésticos en el mundo, ese número no incluye niños. Roma cuenta la historia de uno de ellos”, destacó.
“Cuando los demonizas, los llamas criminales y violadores, te disminuyes por despreciar solo porque un oportunista lo diga. Esto no es política, es humanidad”, enfatizó, en una referencia al discurso antiinmigración del presidente estadounidense, Donald Trump.
El premio refleja los avances en la cuestión de diversidad en la industria del cine, pues Cuarón se impuso al veterano Spike Lee (Infiltrado en el KKKlan), Adam Mckay (Vice), Peter Farrelly (Green Book) y Bradley Cooper (Nace una estrella). Roma es la segunda película de habla no inglesa premiada por el DGA luego de El tigre y el dragón, en el 2000, del estadounidense-taiwanés Ang Lee.
Camino a los Óscar
De los últimos 15 ganadores en dirección que han desfilado por el DGA, 14 se llevaron el Óscar, incluido el propio Cuarón en el 2014. Por ello, la decisión del sindicado es uno de los mejores indicadores de lo que va a ocurrir el 24 de febrero en la categoría de mejor dirección, en la gala de los Óscar, el premio más cotizado de Hollywood.
Ocurrió también el año pasado con Del Toro, quien ganó por La forma del agua, y con González Iñárritu, quien completa el conocido trío de “los tres amigos”, en el 2015 por Birdman y, en el 2016, por El renacido.
El DGA dio a Bo Burnham (Eighth Grade) el premio a mejor director debutante, que todos los pronósticos daban a Bradley Cooper por su trabajo en Nace una estrella, en la que debutó como actriz la cantante Lady Gaga. En la misma categoría competía el mexicano Carlos López Estrada por “Punto ciego”. El filme, protagonizado por Gaga y el propio Cooper, cayó a la posición 5 en las predicciones a mejor película del sitio especializado Gold Derby.
El primer lugar lo ocupa ahora precisamente Roma, la primera producción de Netflix compitiendo en las principales categorías y la no hablada en inglés (es en español y lenguas indígenas). “Todo cambió completamente”, escribió Sasha Stone, editora del sitio especializado Awards Daily, sobre la complicada relación entre Netflix y Hollywood. “Todo lo que necesitaba era una obra maestra que no pudieran rechazar: Roma”.
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