Escenario

El “Arte Robótico” se expone en la Ciudad de las Ciencias de París

El arte y la ciencia oficializan hoy un idilio en París, Francia, con la exposición Art Robotique, que hasta enero del 2015 mostrará en la Cité de la Science de la Villette el trabajo de una decena de artistas internacionales que reflexionan sobre la sociedad actual.

PARÍS – De la veintena de obras reunidas en la inmensa Ciudad de las Ciencias y la Industria, en el extremo norte de París, dos fueron construidas con tecnología puntera española, dijo la co-comisaria Blandine Savrda.

Descubrir y explorar con los artistas su reflexión sobre la sociedad actual, desde el punto de vista de la historia, la filosofía, la economía, y por supuesto la tecnología, la ciencia y el arte, forman parte de los objetivos de la exhibición, agregó.

De Japón, reino indiscutible de la tecnología robótica, llegan tres artistas, mientras que lo hace desde Alemania, Holanda, Suecia, Francia, Estados Unidos, China y Reino Unido, señaló Savrda, quien preparó la exposición con el también comisario artístico Richard Castelli, experto en arte robótico.

Fue Castelli quien invitó a París a la empresa Lumiartecnia Internacional, de Juan y Francisco Carretero, creadores de una “matriz líquida 3D” que permite realizar esculturas de agua tridimensionales, que en la Villette están firmadas por el japonés Shiro Takatani y el sueco Christian Partos.

Único en el mundo y pionero en su género, este dispositivo es heredero directo del Pabellón del Agua Digital de la Exposición Internacional de Zaragoza 2008, explicó a Efe Carretero.

Antes de entrar en la exhibición puede verse un automóvil de una mítica marca francesa que varias veces al día se transforma en escultura totémica de 18 metros de altura, por obra del estadounidense Chico MacMurtrie.

Ya en su interior, una instalación con veinte camas de hospital del francés Jean Michel Bruyre se agita a ciertas horas del día en una especie de respiración conjunta; no muy lejos de donde su colega china Lu Yang despliega sus instalaciones biocientíficas.

Hay, por supuesto, más de un robot, desde los creados en los sesenta para realizar las maniobras más arriesgadas en las centrales nucleares; al pequeño y novedoso “Nao”; o al no menos célebre “Poppy” , nacido en una universidad francesa y con código abierto, accesible a todo aquel que quiera participar en su evolución y/o construirse uno gracias a una impresora 3D.

El corazón de la exhibición lo habitan el robot “The Big Picture” , del colectivo alemán robotlab, y los robots musicales de “baja tecnología” del colectivo japonés Maywa Denki, celebérrimos en Japón.

Excelente representante estos últimos de la llamada “baja tecnología”, que con humor y mecanismos voluntariamente primitivos se oponen en abierto contraste a los artefactos fabricados gracias a la cada vez más “alta tecnología”.

En el mismo territorio se activan los voluminosos “Animaris Adulari” del holandés Teo Jansen, hechos de tubos de plástico, cintas adhesivas, botellas de plástico y otros materiales de reciclaje, capaces de moverse gracias a la fuerza del viento.