Escenario

La Navidad tiene color de barro

Los Nacimientos o Pesebres elaborados con barro de Chinautla —municipio al norte de la ciudad de Guatemala, a 15 km— pueden observarse, por esta época, en diferentes mercados del país; pero pocos saben que esta tradición alfarera viene de la cultura pocomam, que habitó aquella tierra desde tiempos prehispánicos.  

“La cercanía con los ríos, principalmente el río de Las Vacas, promovió, en esta cultura, su habilidad con el barro, que se evidencia con la elaboración de los pesebres  que se ven  cada año“, explica la historiadora Andrea Pineda.

En esta edición se presentan historias que se tejen como parte  del delicado  trabajo con barro de los alfareros de Chinautla.

Orgullo familiar
Esperanza Chacón es una líder comunitaria que vive en Chinautla.  Por más de 55 años,  sus manos han elaborado miles de nacimientos y artesanías que se pueden ver en los mercados nacionales e internaciones. “Mi mamá me enseñó este oficio que nos ha dado de comer a muchas familias y del cual nos sentimos orgullosos”, comenta esta artesana.

Ella conoce muy bien el tipo de barro que es útil para darle forma a sus piezas. “Hay que conocer el material que se usa. No debe tener piedrecitas, ni estar contaminado”, explica mientras toma una muestra para darle forma al brazo de un ángel, que luego colocará en el nacimiento.

Chacón asegura que el barro de Chinautla, por sus características, es el mejor de todos. “Hemos probado con otros, pero nunca se logra el brillo que se obtiene con este; además es muy manipulable, y cuando lo cocemos, este no se revienta”, agrega Chacón.

Valor histórico
María Candelaria López vive a orillas del río Las Vacas y a unos pasos de su taller se encuentran los yacimientos de barro que tanto valor histórico le han dado a su municipio, Chinautla.

“Durante más de 50 años he dedicado mi vida a la elaboración de objetos en barro; el oficio lo aprendí de mis padres. De pequeña tomaba el barro y hacía   bolitas con él; con el  tiempo logré dominar el arte y ahora para estas fechas hago ángeles, pesebres y muchos objetos más“,   relata López.

Ella, al igual que muchas familias que viven en el Viejo Chinautla, como se le conoce al cantón La Ceiba, ha dedicado su vida a la alfarería. “De muchos lugares han venido a comprar nuestras artesanías; aquí las encuentran a buenos precios, ya que en muchos mercados los revendedores los venden caros. Aquí los nacimientos los encuentran a Q15″, agrega.

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