Escenario

Bunbury y la tradición latina

Enrique Bunbury describe su disco Licenciado Cantinas como "un tributo y una revisión equilibrada a un inmenso continente con infinidad de géneros": Latinoamérica.

En un cambio de registro, el artista de Zaragoza recorre, a través de 15 canciones, varios estilos musicales como “la chacarera argentina, el bolero cubano o la cumbia colombiana, desde la perspectiva de un roquero y siempre busca el equilibrio”, explica el cantante.

Bunbury quiere establecer “un puente entre la música latinoamericana y el rock, procurando que la balanza no se incline hacia el folclor o a los clichés”, y cree que su personalidad da coherencia.

En las canciones de este álbum incluye Llévame, del grupo Texas Tornados, en la que interviene Flaco Jiménez; Mi sueño prohibido, un bolero cubano con la guitarra de Eliades Ochoa, al que Bunbury ha dado “un toque de Nueva Orleans”. También hay temas peruanos como Ódiame, el primer sencillo del álbum, y Vida, con el que Bunbury reivindica “la música criolla peruana, la gran desconocida de Latinoamérica, con unas melodías vocales que todo cantante ha de aprender”, afirma.

Según el artista, las canciones del disco se dividen en cuatro etapas, un primer tramo con “sonido Nueva Orleans”, un segundo “más criollo”, una tercera parte “más cantinera” y un desenlace “reflexivo”. Estas cuatro fases las recorre el personaje que inventa Bunbury, el Licenciado Cantinas, que representa “un poco a todos. Es alguien universal, al que le ocurre todo drama y tragedia”.

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