Bunbury quiere establecer “un puente entre la música latinoamericana y el rock, procurando que la balanza no se incline hacia el folclor o a los clichés”, y cree que su personalidad da coherencia.
En las canciones de este álbum incluye Llévame, del grupo Texas Tornados, en la que interviene Flaco Jiménez; Mi sueño prohibido, un bolero cubano con la guitarra de Eliades Ochoa, al que Bunbury ha dado “un toque de Nueva Orleans”. También hay temas peruanos como Ódiame, el primer sencillo del álbum, y Vida, con el que Bunbury reivindica “la música criolla peruana, la gran desconocida de Latinoamérica, con unas melodías vocales que todo cantante ha de aprender”, afirma.
Según el artista, las canciones del disco se dividen en cuatro etapas, un primer tramo con “sonido Nueva Orleans”, un segundo “más criollo”, una tercera parte “más cantinera” y un desenlace “reflexivo”. Estas cuatro fases las recorre el personaje que inventa Bunbury, el Licenciado Cantinas, que representa “un poco a todos. Es alguien universal, al que le ocurre todo drama y tragedia”.