El disco fue grabado gracias a una campaña de micromecenazgo en la que se recaudaron más de 16 mil euros (Q169 mil 776) y con los que también se grabó un vídeoclip.
El proyecto surgió en 2012 como parte de un acuerdo entre Camila Vargas y el aventurero Albert Bosch, el primer catalán en llegar al Polo Sur.
Bosch prometió a la cantante que si ésta se recuperaba del rechazo de su primer trasplante y él conseguía coronar el Everest, buscaría financiación para que Camila Vargas grabara su primer disco.
El trabajo se distribuirá a través de plataformas digitales como Amazon, iTunes, Google Play, Deezer o Spotify.